«No me decía nada, me miraba y se reía mientras se masturbaba», explicó una de las víctimas menores de edad ayer en el juicio contra un hombre italiano, D.M., acusado de un delito continuado de exhibicionismo. «Llevaba varias semanas yendo a la autoescuela a la misma hora y un día iba por una carretera donde no hay nadie y un coche se puso en frente de mí, tuve que pasar por el lado, tenía la ventanilla abierta y se estaba masturbando [...], estaba muy asustada», explicó otra víctima que al día siguiente volvió a vivir la misma situación, pero esta vez la joven cogió la matrícula y el modelo del vehículo, un Fiat 500 rojo.

Y así hasta cuatro menores declararon ayer ante la juez del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa. Un juicio que se celebró en ausencia del acusado que, según la defensa, se encuentra bajo tratamiento psiquiátrico en su país, Italia. Fiscalía pide un año de prisión y una orden de alejamiento hacia las víctimas y hacia cualquier centro, escuela o polideportivo donde suela haber menores. La defensa pide la absolución y argumenta que en ningún caso las menores identificaron al acusado en una fotografía, ya que no se lo requirió la policía, sino que lo único que han reconocido es el vehículo que «casualmente» conducía su cliente.

Los hechos sucedieron en diversos días del mes de mayo de 2015, por la zona de es Viver y Platja d’en Bossa. Según relataron diversos agentes de la Policía Local de Sant Josep, el coche era alquilado y lo localizaron aparcado delante de un restaurante, entraron, y siguiendo la descripción de las menores localizaron de inmediato al sospechoso procediendo a su detención.

El acusado está en libertad a la espera de que la juez dicte sentencia sobre el caso.