El del pasado miércoles en San Bernardino, en California, fue el tiroteo con cuatro o más víctimas número 353 en lo que va de año en Estados Unidos, lo que deja una media de más de uno por día en pleno empeño del presidente, Barack Obama, por tratar de aumentar el control de las armas de fuego.

Según datos del sitio web «Shootingtracker.com», que recopila todos los incidentes con armas de fuego ocurridos en el país en los que hubo por lo menos cuatro o más víctimas, ya sean muertos o heridos, incluidos los autores de los disparos en cada caso, se han producido hasta la fecha 353 de estos tiroteos.

Entre el 1 de enero de 2015, fecha en la que se produjo un tiroteo con cinco heridos en Memphis, en el estado de Tennessee, y el 2 de diciembre, cuando tuvo lugar la matanza de San Bernardino, con 14 fallecidos y 21 heridos, han transcurrido 336 días, incluidas ambas fechas, por lo que la media es de 1,05 tiroteos múltiples al día.

De hecho, el mismo miércoles en que Syed Farook y su esposa, Tashfeen Malik, irrumpieron en un centro de ayuda a discapacitados de la localidad californiana San Bernardino armados con fusiles de de asalto y pistolas, también tuvo lugar otro tiroteo en la costa este, en la ciudad de Savannah, en el estado de Georgia, en el que falleció una persona y otras tres resultaron heridas.

«Tenemos ahora una pauta de tiroteos múltiples en este país que no tiene ningún paralelo en ningún otro sitio en el mundo», dijo el presidente Obama en una entrevista con la cadena de televisión CBS News ayer jueves, al comentar lo sucedido en San Bernardino.

Desde que se produjo la matanza en la escuela de primaria Sandy Hook de Newtown, en el estado de Connecticut, en diciembre de 2012, en la que un hombre de 20 años acabó con la vida de 20 niños y 6 adultos, la más sangrienta en EEUU desde entonces, Obama ha abogado sin éxito por una reforma de la legislación sobre el derecho a tener armas.

«Deberíamos unirnos y actuar de forma bipartidista para hacer que esto sea algo raro, en lugar de algo normal. Nunca deberíamos pensar que esto es algo que está dentro de lo ordinario, porque no pasa tan a menudo en otros países», insistió el miércoles.

La voluntad de Obama de restringir el derecho a poseer y portar armas, contemplado en la segunda enmienda a la Constitución de EEUU, adoptada en 1791, ha topado con la firme oposición del Congreso, en la que una gran mayoría de los republicanos, pero también algunos demócratas, rechazan firmemente la idea.

Además de las creencias y la ideología de cada congresista (en EEUU la defensa de las libertades individuales y el respeto a los textos fundacionales sigue siendo un activo político de primer orden), resulta fundamental para comprender esta oposición el determinante papel que juega la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA).

Con más de cinco millones de miembros, según la propia organización, la NRA es una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la protección de la segunda enmienda, que destina anualmente millones de dólares en campañas, donaciones a políticos y grupos de presión en Washington para que no se recorte un ápice el derecho a poseer armas.

Entre otras cosas, la poderosa asociación puntúa a los congresistas de acuerdo con su grado de simpatía u oposición al derecho a las armas, un ránking que los políticos tienen muy en cuenta y que, en algunas zonas del país, puede llegar a aupar o arruinar la campaña de un candidato.

En los 353 tiroteos masivos que se han producido en EEUU en lo que va de año han muerto 462 personas y otras 1.314 han resultado heridas, pero estas cifras quedan pequeñas si se ponen en relación con el total de muertes causadas por armas de fuego anualmente en el país.

Según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, en 2013, el último año del que se tienen cifras, murieron en EEUU 33.636 personas por disparos de armas de fuego, lo que deja de media más de 92 fallecidos al día.