Algunas ovejas mueren en el acto y otras lo hacen días después por las graves heridas.

Los vecinos de Sant Rafel cuyo ganado ha sufrido el ataque de diversos perros de la zona denunciaron ayer los hechos ante la Guardia Civil de Sant Antoni para que «se ponga fin a esta sangría», ya que en cuestión de dos meses aquí se han registrado el 40 por ciento de los 112 animales muertos en toda la isla.

«Ayer murieron otras dos que estaban muy dañadas por las dentelladas», lamentó Paco Boned, que ha perdido una decena de ovejas y corderos por el ataque de los perros. La mañana del lunes se encontró a tres ovejas y seis corderos muertos y otros tantos animales heridos.

Los ataques más cruentos se han producido en las últimas semanas en un radio de un kilómetro. Los canes se han cebado con las ovejas, corderos y cabras de Cas Ferrer y Can Rafal Puget.

«Uno no puede acostumbrase a estas cosas. Ver cómo quedan los animales es muy doloroso. Para mi, tenerlas y cuidarlas es como para otra persona tener un barco. La gente mayor lo lleva peor y yo he visto a muchos llorar. Estos animales son un valor de la isla y si no están muchos campos van a ser abandonados», señaló Boned, quien apeló a la concienciación de los dueños de los perros para que los tengan controlados.

Natalia Ribas, veterinaria de la Agrupació de Defensa Sanitària, explicó que en 2015 contabilizaron 112 animales muertos entre ovejas, corderos y cabras en un total de 14 casas de Eivissa. De esta cifra, más de 40 se han registrado en Sant Rafel en los últimos meses. «Lo que está ocurriendo en Sant Rafel es dramático. No es normal. Es exagerado», lamentó.

En 2014 los ataques de perros a ganado dejó un balance de entre 50 y 60 animales muertos, 11 de ellos de raza eivissenca. Episodios parecidos han ocurrido también en fincas de Santa Gertrudis, Sant Mateu y Santa Eulària, terrenos donde los perros acabaron con hasta 5 ovejas que tenían Libro Genealógico de oveja ibicenca.

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La política de ayudas del Consell recoge una subvención de unos 70 euros por oveja. Para acceder a esta compensación económica el propietario debe justificar la muerte del animal con una denuncia o con un parte del veterinario que justifique la muerte, así como el compromiso del dueño de que va a reponer el rebaño.

Ribas apuntó que en el norte de España las ayudas alcanzan los 200 euros por animal y también pagan los corderos.

LA NOTA

La oveja ibicenca, un animal protegido

Algunos de los animales muertos son ovejas ibicencas, un animal muy apreciado en la isla. Los quesos obtenidos de su leche han sido siempre muy valorados aunque a día de hoy la mayoría de animales se mantienen para la producción de crías, para mantener los campos limpios de hierba y para el aprovechamiento de los rastrojos.

La oveja ibicenca es un animal testimonial, dado su escaso número de ejemplares en pureza, ya que de acuerdo con la Asociación de productores de ovino ibicenco, el censo de reproductores que reúnen el morfotipo deseado es muy bajo y están en peligro muy grave de extinción, según el Consell.