Carlos Gago, hermano de la policía local Raquel Gago, una de las tres acusadas en el caso del asesinato de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carasco, ha asegurado este jueves que la ha visto «bloquearse» en alguna ocasión en situaciones de estrés.

Carlos Gago ha comparecido hoy como testigo en el juicio que se sigue en la Audiencia de León por la crimen de Isabel Carrasco, en el que, además de su hermana, están acusadas Montserrat González y la hija de ésta, Triana Martínez.

En su declaración ha afirmado que su hermana es «muy buena persona, familiar y cariñosa» y ha subrayado que sería incapaz de participar en un asesinato.

«No tiene nada que ver con este asunto. Sales en la foto y estás en la foto, nada más», ha afirmado el testigo.

Ha avalado la versión de su hermana de que se bloquea en situaciones de estrés, motivo por el cual no acudió a informar a la Policía de que había visto a su amiga Triana el día del crimen.

Noticias relacionadas

Raquel afirma que se bloqueó y su hermano ha declarado hoy que la ha visto así en otras ocasiones, como por ejemplo cuando murió su abuela.

«Estuvo unos días muy apagada, como en su mundo», ha rememorado Gago, que ha explicado que tuvo noticia del crimen de Isabel Carrasco por su madre, que la llamó para contárselo sobre las siete de la tarde de ese día.

Al día siguiente fue su hermana la que le llamó y le dijo que le buscase un buen abogado porque la habían metido en un lío, aunque él ya se había enterado de que la relacionaban con el caso.

A preguntas de la defensa, Carlos Gago ha negado que su hermana sea homosexual -como se rumoreó en un principio- atribuyéndole una relación con Triana Martínez como móvil de su implicación.

«Que se haya insinuado que tuviera una relación con Triana es suciedad, una barbaridad, nunca me he creído que sea homosexual», ha zanjado al respecto.

Raquel y Triana han declarado que se encontraron casualmente en la calle y la segunda afirma que introdujo el arma en el coche sin que lo supiese su amiga, mientras que el fiscal sostiene que fueron cómplices en el plan urdido por Montserrat González para matar a Isabel Carrasco.