Un vecino de la urbanización Cala Azul ha denunciado a la dirección de este complejo de Cala Llenya por la intoxicación de su perro Hugo, un Staffordshire Terrier de 3 años y medio que ha estado tres días ingresado por ingesta de metaldehído. La administración del residencial subraya que hace más de dos años que no utilizan veneno para babosas, el producto que contiene metaldehído, y hacen hincapié en que el inquilino sabe que en la urbanización están prohibidos los perros.

Héctor García, el amo de Hugo, argumenta que en la urbanización se utiliza un veneno para babosas y caracoles que contiene esta sustancia. El martes a mediodía, tras recoger a Hugo de la Clínica Veterinaria donde ha permanecido ingresado tres días, Héctor e Iris presentaron una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Santa Eulària.

En la denuncia, expone que la noche del viernes paseó a su perro por la zona comunitaria de la urbanización y que poco después observó que el animal «empezaba a hacer cosas extrañas». Según refleja el informe veterinario, el Staffordshire Terrier llegó a la Clínica «convulsionando y con taquicardia». Héctor explicó que Hugo había vomitado en casa y que entre los restos encontró «pequeñas bolitas azules». Iris Vega añadió que Hugo ha perdido casi 4 kilos de peso debido a la intoxicación. «Si no llega a ser un perro fuerte y sano no se qué habría pasado. Ha estado tres días en reposo y le tuvieron que rapar las patas para ponerle las vías con valium». Agregó que ahora están pendientes de los resultados de los análisis por si tiene afectado el riñón.

Héctor, Iris y otras vecinas del complejo apuntan que no es la primera vez que un animal resulta intoxicado en la urbanización. Por ello, además de la denuncia presentada ante la Guardia Civil, han puesto los hechos en conocimiento de la Sociedad protectora de animales.

Niegan las acusaciones

Por su parte, la administradora de la urbanización desmintió categóricamente las acusaciones formuladas por los dueños del perro intoxicado. «Siento mucho que el animal se haya intoxicado pero no es responsabilidad nuestra. Hace más de dos años que no ponemos ese producto anti-babosas y, cuando lo hicimos, avisamos antes a los vecinos porque entendemos que es un peligro para los niños y también para los animales». Añadió que la urbanización es un complejo abierto y que «cualquiera podría poner veneno».

Indicó que «las bolitas azules son abono» y que desde 2013 no utilizan ningún producto contra las babosas porque casi no llueve. Recordó que hace dos años alguien puso veneno y enfermó la perra de una amiga. «Nunca usaríamos veneno porque los animales son inteligentes y no lo tomarían, pero los niños pequeños sí que podrían tomarlo pensando que se trata de un caramelo, subrayó la administradora.

LA NOTA

Metaldehído, un tóxico para todos los animales

El metaldehído es un compuesto químico usado comúnmente como pesticida contra babosas, caracoles y otros gastrópodos. La Organización Mundial de la Salud tiene clasificada esta sustancia como un pesticida de «riesgo moderado».

Aunque se destina principalmente para combatir babosas o caracoles, el metaldehído es tóxico a todos los animales que lo ingieren en grandes cantidades.

Esta sustancia tiene un fuerte efecto sobre el sistema nervioso del animal que lo ingiere.