Imagen de archivo de las instalaciones de la comisaría de la Policía Nacional en la isla de Eivissa.

La Policía Nacional ha desarticulado una organización de tráfico de personas que introducía ciudadanos chinos ilegalmente en países de la Unión Europea a través de diferentes lugares de España, entre ellos, Eivissa. Tras más de dos años de trabajo han detenido a un centenar de personas, entre ellos los responsables de la organización en España, y se han incautado de más de 150 pasaportes falsos.

La organización criminal captaba a personas que querían salir de China prometiéndoles llegar a cualquier país de la UE a cambio de dinero, principalmente Reino Unido, Irlanda, Francia e Italia. Para introducir a las personas en espacio Schengen (Europa) viajaban en vuelos directos desde China usando visados auténticos robados a otras personas o bien hacían escalas intermedias usando documentos falsos. Para llegar a España usaban diferentes aeropuertos, como el de Barcelona, Málaga, Bilbao, Palma, Alicante, Eivissa y Arrecife. En el caso de Eivissa, el pasado mes de enero se detuvo a tres ciudadanos chinos, uno de los cuales era el ‘pasador’, es decir, una persona de confianza de la trama que se encargaba de introducir a los ciudadanos en diferentes lugares del país.

Según fuentes conocedoras de la operación, en el último año se detuvieron en Eivissa a un total de 12 ciudadanos chinos que intentaban entrar de manera ilegal. En el caso de los tres últimos chinos interceptados tres veces el pasado mes de enero en Eivissa, los ciudadanos fueron trasladados a España desde Reino Unido tras ser detenidos con documentos falsos (en otras palabras, intentaron entrar en Reino Unido desde Eivissa con documentación falsa). Seis días después, los tres hombres eran detenidos en un hotel de Vila donde habían recibido un paquete con documentación falsa. Una semana más tarde (la semana del 11 de enero) fueron interceptados en el puerto de Eivissa intentando comprar billetes para abandonar la isla. La falsificación de documentos se realizaba en China y se remitían a diferentes puntos de España, entre ellos Eivissa, a través de empresas de mensajería. Una vez conseguían entrar en España, los miembros de la organización los trasladaban a ‘pisos patera’, cambiando de uno a otro cada poco tiempo para evitar llamar la atención de los vecinos y ser localizados por la Policía.

LA NOTA

Una macro organización criminal

La organización destacaba por su carácter hermético y bien estructurado con miembros operando en distintos países simultáneamente. La dificultad del idioma y las medidas de seguridad que adoptaban dificultaron la investigación, según explicaron desde la Policía Nacional. Gracias a la colaboración internacional consiguieron saber los contactos que mantenían con otras organizaciones similares, asentadas en todo el mundo y que actuaban como células independientes dentro de la macro organización criminal. En la operación han participado policías británicos, franceses e italianos.