Evacuada por riego de tsunami. Jara Alfonso vivió en carne propia el pánico causado por el terremoto ocurrido en su último día de vacaciones en Sumatra. | ANTARA FOTO

«Estábamos en el hotel y nos dijeron que había que evacuar, que teníamos que irnos a las montañas por el riesgo de tsunami». Son palabras de Jara Alfonso Ferrer, una vecina de Vila que ayer vivió en carne propia los momentos de pánico y evacuación por la alerta de tsunami en Sumatra, lugar donde la joven ibicenca se encuentra de vacaciones.

Lo que estaba siendo un viaje soñado para Jara se tornó en pesadilla ayer cuando apenas le quedaban 48 horas para regresar a Vila.

«Hemos vivido momentos de muchísimo miedo y confusión. Estamos muy cerca de donde pasó el otro tsunami devastador», relató Jara, quien fue evacuada del hotel y trasladada a la cima de una colina hasta que fue desactivada la alerta por tsunami.

«Pasado un tiempo nos dijeron que podíamos regresar al hotel, pero con el miedo y la incertidumbre vivida una ya no puede dormir», señaló la joven vecina de Vila que tiene previsto emprender el regreso a casa mañana.
El terremoto de magnitud 7,8 grados que sacudió ayer el mar al sur de la isla de Sumatra reavivó el fantasma del tsunami que sucedió en la misma zona en 2004 y que mató a unas 230.000 personas de una docena de países, la mayoría indonesios.

«Mucha gente ha tenido miedo. Los vecinos han salido rápidamente de sus casas», declaró Jara Alfonso, quien comentó a través de las redes sociales la angustiosa experiencia vivida.

Dos horas después del terremoto las autoridades indonesias no habían informado de víctimas y advirtieron de que debido a la oscuridad de la noche no se podrá tener una idea exacta de los posibles daños hasta la salida del sol.
La vecina de Vila se echó a la calle siguiendo las indicaciones de los responsables del hotel. «En un primer momento no había nadie pero luego se vivieron momentos de mucha confusión, ya que la gente no sabía la magnitud real de la amenaza».

El Servicio Geológico de Estados Unidos, que registra la actividad sísmica en todo el mundo, localizó el hipocentro a diez kilómetros de profundidad en el océano Índico y a 808 kilómetros al oeste-suroeste de Padang. Poco después, la agencia meteorológica de Indonesia emitió una alerta de tsunami para las provincias de Sumatra. Un alerta que fue desactivada una hora después. Una situación que Jara no olvidará.