La mujer que en 1997 robó a un bebé de tres días de los brazos de su madre en un hospital de Sudáfrica fue hallada este jueves culpable de secuestro y fraude, más de un año después de que la víctima descubriera su identidad al coincidir con su hermana biológica en el instituto en el que ambas estudiaban.

La condenada -de 51 años y de quien no se ha revelado el nombre actual para proteger a la víctima- conocerá la pena de cárcel que debe cumplir el próximo 30 de mayo.

Será entonces cuando el juez John Hlophe del Tribunal Superior de Ciudad del Cabo haga pública su sentencia, que podría ser de hasta 10 años de prisión.

La mujer permanecerá hasta entonces en la cárcel después de que se le haya denegado su solicitud para extender su libertad bajo fianza.

«Las pruebas dejan claro que los padres biológicos no le dieron ningún permiso para llevarse al bebé. Según las pruebas, usted es la persona que se llevó al bebé del hospital», dijo el juez Hlophe en su veredicto, en el que calificó de «cuento» la versión de la mujer.

Durante todo el proceso, la acusada defendió su inocencia y aseguró que la niña le fue entregada a cambio de 3.000 rands (unos 180 euros al cambio de hoy) por una mujer llamada Sylvia.

Según la acusada, esa mujer no volvió a ponerse en contacto con ella pese a haberle prometido ayudarle a completar los trámites legales después de que hubiera firmado una «solicitud de adopción».

En la versión de la condenada, la supuesta Sylvia -que era también quien le proporcionaba un tratamiento de fertilidad tras haber sufrido un aborto espontáneo- le aseguró que el bebé era fruto de un embarazo no deseado.

La historia del bebé secuestrado en un hospital de Ciudad del Cabo conmocionó a Sudáfrica en febrero del año pasado, cuando la supuesta madre de la víctima fue detenida tras descubrir los padres biológicos el paradero de su hija.

El reencuentro se produjo después de que la adolescente -cuyo nombre actual se mantiene en secreto y que fue bautizada por sus padres reales como Zephany- empezara a estudiar en el mismo instituto que su hermana biológica de 13 años, Cassidy Nurse.

Los compañeros de Cassidy notaron el gran parecido entre ella y una alumna de 17 años, y la noticia llegó a sus padres, Celeste y Morné Nurse, que invitaron a la joven a su casa esperanzados ante la posibilidad de que fuera el bebé robado.

Al constatar la sorprendente semblanza entre las dos, Morné Nurse llamó a la Policía, y una prueba de ADN confirmó que se trataba de Zephany.

Celeste y Morné Nurse rompieron a llorar este jueves en el tribunal tras conocer el veredicto, transmitido en directo por las televisiones sudafricanas.

La adolescente arrancada de los brazos de su madre biológica hace 19 años pidió este sábado en un comunicado que se respete su privacidad y que los medios de comunicación dejen de atacar a sus padres no biológicos.

Según la prensa sudafricana, la joven sigue viviendo con la mujer que le secuestró en 1997 y su marido.