Un año de prisión por un delito de calumnias o 3.650 euros de multa por injurias y una indemnización de 10.000 euros por «daños morales». Es la pena solicitada ayer por la acusación particular para un delegado sindical de la Policía Local de Vila denunciado por un subinspector del cuerpo.

El Ministerio Fiscal no formuló acusación ya que tras las declaraciones no apreció un delito de calumnias. La Defensa expresó su convicción de que su representado no será condenado aunque «ya ha sufrido la pena de banquillo que es lo que buscaba la acusación», señaló el letrado.

La titular del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, Martina Rodríguez, dejó el caso visto para sentencia.

El detonante de la denuncia formulada por el exsubinspector de la Unidad Nocturna, Juan Hernández Peña, fue un correo electrónico remitido por el acusado, Miguel Catalán, al resto de la plantilla de la Policía Local de Vila.

Los hechos juzgados se produjeron en noviembre de 2012, momento en que, según el relato, el delegado sindical de la UGT remitió un correo personal al resto de la plantilla del cuerpo policial de Vila.

Del escrito se desprendía que Hernández Peña permitió el cobro del plus de nocturnidad a Ángeles Gallardo «sin haber trabajado nunca durante la noche», así como permitir que varios agentes «estudiasen la carrera de Ciencias Políticas en la UIB en horario laboral». También insinuaba la «apertura de expedientes disciplinarios con impunidad o permitir el cobro de horas extras no realizadas».

Entre las testificales estaba prevista la de Ángeles Gallardo pero, finalmente, la acusación renunció a ella.

Ascensión Joaniquet, abogada de la acusación particular, subrayó que el acusado imputaba una serie de actuaciones irregulares «a sabiendas de que eran mentira». Añadió que el ánimo del acusado al remitir el correo electrónico era «atentar contra su honorabilidad y prestigio». La acusación rebajó de 50.000 a 10.000 euros la indemnización solicitada.

Por su parte, el abogado de la defensa apuntó que, aunque «el tribunal no observará ningún delito, la acusación ya ha ganado con la pena de banquillo del acusado».

El Ministerio Fiscal indicó que de los diferentes testimonios se desprende que no hay injurias ni calumnias, «sino que hay una controversia entre dos partes».

La magistrada Martina Rodríguez dejó el juicio visto para sentencia.