Una mujer es trasladada al hospital tras desatarse un incendio en un templo en la ciudad india de Kerala. Al menos 105 personas han fallecido y más de 350 están siendo atendidas por los servicios sanitarios. | Reuters

El número de heridos en el incendio de un templo en el sur de la India se eleva a alrededor de 350 tras una explosión este domingo de material pirotécnico que ha dejado al menos 105 muertos, mientras el primer ministro indio, Narenda Modi, ha ordenado agilizar las evacuaciones en helicópteros.

«Alrededor de 350 personas están heridas», según los últimos datos del Ministerio del Interior del país asiático ofrecidos por el Gobierno indio a través de Twitter, tras el incendio en el templo Puttingal de la ciudad de Kollam, en el estado de Kerala.

Modi pidió al jefe de Gobierno de Kerala, Oommen Chandy, «el inmediato traslado vía helicóptero» de los heridos en estado crítico.

El dirigente indio expresó sus condolencias a las familias de los fallecidos en este suceso «desgarrador y estremecedor» y anunció que acudirá a Kerala «para evaluar la situación» sobre el terreno.

Según el canal de televisión India TV, las Fuerzas Aéreas de la India han enviado cuatro helicópteros Mi-17 y ALH desde el vecino estado de Tamil Nadu.

Los heridos son llevados a diez hospitales de la zona y según indicó al canal NDTV el ministro de Interior de Kerala, Ramesh Chennithala, se han tomado «todas las medidas» en Ernakulam y Thiruvananthapuram, capital del estado, para garantizar su atención.

Efectivos de equipos de rescate, bomberos y Policía trabajan en el lugar del suceso, de acuerdo con el Gobierno indio.

El director general de Policía de Kerala, Senkumar, declaró al diario The Indian Express que el balance es de 105 de muertos.

El fuego comenzó hacía las 03.30 hora local debido a una chispa que cayó sobre un edificio en el que se almacenaban los fuegos artificiales, algunos de ellos muy potentes, según medios locales.

Testigos citados por la agencia IANS indicaron que las llamas provocaron una enorme explosión.

En el momento del incendio una cantidad indeterminada de entre 10.000 y 15.000 personas asistía a una celebración y a un espectáculo de fuegos artificiales.

El incendio es el peor en los últimos diez años en la India, tras el que dejó 91 muertos en una escuela de Tamil Nadu en 2004, la mayoría niños.

Ese año murieron 55 personas en un incendio declarado en una boda en el mismo estado, mientras que en 2006 hubo 52 muertos en una feria de productos electrónicos en la región de Uttar Pradesh (norte) y en 2011 fallecieron 81 personas al incendiarse un complejo hospitalario en la ciudad de Calcuta (este).

Kerala tiene en vigor una prohibición de utilización de material pirotécnico por distritos pero las autoridades expiden permisos puntuales para su uso en celebraciones específicas.