Los efectivos de emergencias tuvieron que tirar unos 600 metros de manguera para poder llegar a las llamas.

Los efectos de un rayo latente de la tormenta de la noche del miércoles o la imprudencia de algún excursionista. Son las posibles causas de un incendio forestal desatado ayer a mediodía en la zona de Punta de s’Àguila, en Sant Miquel.

Un fuego muy difícil de extinguir por la complicada accesibilidad al lugar y la orografía del terreno. Debido a estos condicionantes, los equipos de emergencias tuvieron que trabajar durante más de 7 horas para extinguir un fuego que acabó quemando una zona de unos 1.000 metros cuadrados de savinas, pinos y matorrales.

Según informaron los bomberos de Eivissa, eran las 13 horas cuando se producía la alerta por el avistamiento de una columna de humo.

Hasta el lugar del incendio se movilizaron 5 bomberos en dos vehículos, una tanqueta del Ibanat con una brigada, Guardia Civil, Policía Local de Sant Joan, Emergencias y voluntarios de Protección Civil.

Muy difícil acceso

Los trabajos de extinción se complicaron por la dificultad para acceder al punto de llama. Los efectivos tuvieron que tirar hasta 600 metros de manguera para acceder desde el punto donde estaban los vehículos hasta el paraje incendiado.

A este hecho se sumaba una complicación añadida, la zona que se estaba quemando era «muy complicada de atacar porque la vegetación crece entre las rocas y unas grandes plataformas de roca», apuntaron las mismas fuentes.

Más de una veintena de efectivos trabajaron durante horas para contener las llamas en una zona acotada. Pasadas las 19.30 horas, los bomberos se retiraron y en el lugar permaneció un retén del Ibanat que se quedó hasta las 21 horas refrescando los puntos calientes y retirando los restos con herramientas de mano para eliminar cualquier posibilidad de que las llamas se reavivasen.