La sección segunda de la Audiencia Provincial ha condenado a 8 años de prisión a José Aníbal J. T., de 64 años, por un delito de abuso sexual con acceso carnal a una joven de Eivissa diagnosticada de retraso mental y trastorno de afectividad del 67 por ciento.

La sentencia condenatoria también recoge una indemnización de 20.000 euros para la víctima y su padre por los daños morales causados. La pena impuesta es la solicitada por la acusación particular ejercida por la letrada Ascensión Joaniquet.

El auto firmado por el presidente del tribunal, Diego Jesús Gómez-Reino considera probado un delito de abusos sexuales con penetración sobre persona con discapacidad psíquica.

Los restos de semen encontrados en varias prendas y vagina de la joven, la actitud esquiva del acusado cuando los agentes trataron de localizarlo, así como la inverosímil descripción de los hechos han sido argumentos de peso para la sentencia condenatoria.

Los hechos ocurrieron en agosto de 2013 y a raíz de aquella agresión la víctima, que tenía una edad mental de unos 7 años, sufrió varios episodios de violencia que acabaron con una grave autolesión.

El pasado 31 de mayo, el juez ordenó el ingreso prisión provisional sin fianza por las elevadas penas solicitadas y el alto riesgo de fuga existente. Durante el juicio celebrado en Vila se escuchó el escabroso relato de los hechos y el «calvario» que ha sufrido la víctima desde el 6 de agosto de 2013.

Según el relato, la víctima escapó de casa con una tarjeta de crédito del padre y se dirigió a un locutorio de Figueretes. Allí, el acusado, José Aníbal, de 64 años y nacionalidad ecuatoriana, le invitó a subir a su coche y a comer en el McDonalds y después se trasladó a un cobertizo de Casas Baratas, lugar donde cometió la agresión.

La descripción del lugar aportada por la chica y otro testigo fue clave para la resolución del caso.