Siete muertos en cinco días. Es el balance de una ‘semana horribilis’ en Eivissa con cuatro muertes en la carretera, dos víctimas mortales por sobredosis de drogas y un ahogado.
La secuencia de muertes en circunstancias trágicas arrancaba la madrugada del martes en Vila. Un joven de nacionalidad rusa y 22 años fallecía en la calle Ramon Muntaner tras protagonizar un episodio de violencia en los apartamentos donde estaba alojado. Pasadas las 5 de la madrugada, agentes de la Policía Local recibieron el aviso de que un huésped había destrozado una habitación de los apartamentos Panoramic. Al llegar la Policía, el joven depuso su actitud violenta y estando en la calle entró en parada cardiorespiratoria. Los efectivos del 061 desplazados no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
Unas quince horas después, el 112 recibía otra alerta desde unos apartamentos de Platja d’en Bossa. Otro joven de 22 años yacía en la cama de su apartamento. Hasta allí se desplazó una ambulancia del 061 pero los intentos de reanimación fueron infructuosos. Los amigos de la víctima apuntaron a los agentes de la Policía Nacional que llevaban «tres días de fiesta consumiendo diversas sustancias».
En la carretera
24 horas después, la sucesión de muertes trágicas se trasladaba a la carretera.
La primera víctima, un vecino de 60 años de Santa Eulària que fallecía atropellado en Sant Carles tras descender de su coche junto al parquin del mercadillo de Las Dalias y ocupar «súbitamente» la carretera al paso de otro vehículo. Era la medianoche del miércoles.
La noche del jueves, cuando todavía no habían transcurrido ni 24 horas, un hombre de 40 años se convertía en la cuarta víctima de esta fatídica semana en Eivissa. La víctima estaba cruzando de forma incorrecta la carretera del aeropuerto cuando fue arrollado por hasta tres vehículos.
El conductor del primer coche que lo atropelló dio positivo por alcoholemia. Los otros dos implicados no pudieron hacer nada por esquivar el cuerpo de la víctima y dieron negativo en los controles de alcoholemia que les realizaron.
La tercera víctima mortal que se cobró la carretera se originó la madrugada del sábado en el Camí Vell de Sant Mateu.
Un motorista de 36 años y nacionalidad argentina perdía el control de su motocicleta y acababa empotrado contra un muro de piedra. El fuerte impacto alertó al vecino de la casa más próxima que encontró a la víctima inconsciente y tendida sobre el asfalto. Hasta el lugar del siniestro se desplazó una ambulancia UVI móvil del 061 que lo evacuó en estado crítico a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario. El hombre sufría un traumatismo craneoencefálico severo y falleció horas después de ingresar en la UCI.
La misma jornada del sábado nos deparó un nuevo accidente con resultado mortal. Faltaban unos minutos para las 22 horas cuando un vecino de Vila de 72 años fallecía al ser embestido por una motocicleta en el segundo cinturón de ronda. Las primeras investigaciones apuntan que el hombre estacionó su motocicleta en el arcén y fue arrollado mientras estaba cruzando la vía de dos carriles.
Ahogado en la playa
El cuerpo de la víctima que completa esta fatídica semana fue recuperado la mañana del sábado hundido en el Caló des Moro. Se trata un joven británico que ayer habría cumplido 22 años. La noche anterior, un amigo alertó de que se habían adentrado en el agua y que el joven no había regresado a la orilla. Efectivos de la guardamar Caliope de Salvamento Marítimo recuperaron su cadáver, el séptimo muerto en cuestión de 120 horas.