El tren a descarrilado a la altura de O Portiño | InforEmergencias (Twitter)

Galicia se ha visto sacudida de nuevo por la tragedia al registrar este viernes un accidente ferroviario en la localidad pontevedresa de O Porriño, perteneciente al área metropolitana de Vigo, un infortunio en el que han muerto cuatro personas y cerca de medio centenar han resultado heridas.

Este luctuoso siniestro en las vías ha traído a la mente de todos, inevitablemente, lo sucedido en el barrio compostelano de Angrois el 24 de julio del año 2013, al descarrilar un tren de alta velocidad que cubría la ruta Madrid-Ferrol, dejando 80 víctimas mortales y 140 heridos.

De nuevo, los gritos y el llanto se han mezclado con los sonidos de los equipos de emergencia, entre el apoyo incondicional de los vecinos de la zona, que, como en el caso de aquel Alvia, han ayudado al operativo profesional movilizado, el cual ha actuado con una rapidez que ha sido muy agradecida.

El impacto psicológico ha sido muy fuerte y se ha notado en los rostros de la gente, también en los de los efectivos que allí han trabajado en esta ingrata faena, con estampas que queman la retina.

Los residentes en el lugar, que sacaron mantas y a los que se les vio palidecer en los instantes iniciales, superaron como los demás sus miedos y trataron, todo el tiempo, de apoyar en lo posible a los primeros auxilios organizados.

Entre los fallecidos en el accidente figuran el maquinista del tren, de nacionalidad portuguesa, y el interventor, que era español, un pasajero estadounidense y un joven trabajador en prácticas, de 23 años y nacionalidad española, hijo de un interventor de Renfe.

El maquinista es José Arnaldo R., natural de Ermesinde, y el interventor Miguel Ángel V., mientras que el muchacho en prácticas es Joaquín. R.G. y el californiano, un hombre cuyas iniciales no han sido facilitadas, pero sí que es de mediana edad.

Este pasajero murió poco después de ser evacuado de urgencia al hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, mientras que los otros tres fallecieron en el punto.

Los hospitales de la ciudad de Vigo han atendido a un total de 48 heridos, según fuentes de la Consellería de Sanidad, de los cuales trece continúan ingresados y otro permanece en el servicio de urgencias.

Por el momento, se desconocen las causas que han provocado que este tren modelo 420, que cubría la línea Vigo-Oporto (conocido como Tren Celta), con salida a las 9.02 de la ciudad gallega, descarrilase en torno a las 9.25 horas a la altura de O Porriño, en un tramo recto, y con 65 personas a bordo.

En esta jornada se procedió a la extracción de los datos de la caja negra, y Adif, encargada de la gestión ferroviaria, ha abierto una investigación. Además, el juzgado de instrucción número dos de O Porriño, en funciones de guardia, ha asumido la causa.

La información que se maneja es que, tras el descarrilamiento, el tren chocó contra una torreta y volcó uno de los vagones, mientras que otros dos quedaron semivolcados.

Este servicio Vigo-Oporto se presta de manera combinada entre el operador español Renfe y la empresa ferroviaria lusa Comboios de Portugal, cuyo presidente, Manuel Queiró, ha afirmado que no hay indicios de que el siniestro sea atribuible a un fallo humano o material y ha incidido en que el tren disponía de todas las certificaciones, garantías y requisitos exigidos.

Numerosas han sido las autoridades que a lo largo del día se han desplazado hasta O Porriño, desde la alcaldesa de este municipio, Eva García de la Torre, pasando por la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva; el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el ministro Rafael Catalá; y el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, entre otros.

Éste último ha agradecido la rápida actuación de los servicios de emergencia y médicos y ha enviado mucho ánimo a las familias, deseando, además, una pronta recuperación a los que ahora se encuentran heridos.

También lo ha hecho Núñez Feijóo, que se encuentra en los hospitales de la zona visitando a los lesionados.