Dispositivo de la Guardia Civil en el lugar del atropello. | P. S. P.

Jornada fatídica en la carretera EI-700 con dos víctimas mortales en sendos accidentes. La temeridad de un conductor bebido y drogado desencadenó el primer drama. La imprudencia de una viandante sería la causa de la segunda de la muertes.

El primero de los accidentes ocurría en torno a las 10.15 horas a la altura del kilómetro 17, junto a la curva del restaurante Sa Soca. El conductor de un Rang Rover embestía a dos ciclistas. Uno de ellos salía disparado varios metros y se llevaba la peor parte. Su compañero resultó herido leve por el impacto con el lateral del coche. El conductor se dio a la fuga dejando a los dos ciclistas heridos en la carretera.

La bicicleta de Daniel, el afectado que se llevó el golpe de lleno, quedó completamente destrozada fuera de la carretera.

Hasta el escenario del arrollamiento se desplazaba una primera patrulla de la Guardia Civil de Tráfico y una ambulancia del 061.

Los efectivos de emergencias desplazados trataron a los heridos en la zona y una ambulancia evacuó a a uno de ellos, Daniel Viñals, a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario.

Paralelamente, agentes de la Guardia Civil habían localizado abandonado el vehículo implicado con los daños causados por el impacto. Minutos después, localizaron a su conductor, M.M.B., un joven de 22 años vecino de Sant Antoni.

Los agentes le practicaron la prueba de alcoholemia. El joven dio 0,94 mg/l, cuatro veces la tasa máxima permitida. El conductor fue detenido y trasladado a las dependencias de la Guardia Civil en Can Sifre para tomarle declaración y realizarle el test de drogas. El arrestado también dio positivo por cocaína y metanfetamina.

Según informaron fuentes de la investigación, el joven quedó detenido por conducción temeraria y homicidio imprudente. El arrestado ha pasado la noche en los calabozos y hasta mañana no está previsto que sea puesto a disposición judicial.

Daniel Viñals sufrió fractura de fémur y de pelvis. Fue evacuado por una UVI móvil e intervenido de urgencia en la Clínica Vilás, pero a mediodía se confirmaba su fallecimiento.

Atropello mortal

Desgraciadamente, la jornada se cobró una segunda víctima mortal en la EI-700. El segundo arrollamiento ocurría una hora y media después a la altura del kilómetro 6,500.

Según las primeras investigaciones y testigos presenciales, la temeridad de un grupo de peatones desencadenó la tragedia.

Una mujer de 74 años y nacionalidad británica fallecía tras ser embestida cuando cruzaba la carretera de Sant Josep junto a otros dos peatones.

El atropello ocurrió junto a unos viveros de plantas. El grupo irrumpió en la calzada al paso de varios coches y la víctima fue arrollada por un todoterreno.

La conductora, de 40 años y que dio negativo en el test de alcoholemia, no pudo hacer nada por esquivar a la mujer que sufrió lesiones de diversa consideración y que acabaron resultando irreversibles.

Hasta el lugar del accidente se desplazaron varias patrullas de la Guardia Civil de Tráfico y una ambulancia del 061.

Los agentes tuvieron que regular la circulación en la zona mientras los equipos de emergencia atendían y trataban de estabilizar a la víctima del atropello. En la zona se vivieron escenas de angustia entre los conocidos de la atropellada.

Los servicios de urgencias consiguieron recuperar a la mujer de una parada cardiorrespiratoria y la trasladaron en estado crítico a a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, donde ingresó en estado crítico.

Según informaron fuentes del 061, la mujer sufrió politraumatismos y lesiones múltiples en cráneo, tórax y pelvis. Las lesiones acabaron siendo irreversibles y la mujer fallecía poco después.

LA NOTA

Conmoción por la muerte

La muerte de Daniel Viñals causó una gran conmoción ya que el joven de 34 años era un deportista asiduo participante en las pruebas de BTT y atletismo que se celebran en Ibiza. Su afición al ciclismo y a la carreras quedaba reflejado en su perfil de facebook. La noticia de su muerte generó una cascada de reacciones y comentarios de dolor y solidaridad hacia su familia. Tras conocerse el trágico desenlace, a través de las redes sociales se convocó una concentración para expresar el dolor por la muerte de Daniel y denunciar la inseguridad que sufren los ciclistas. Apenas dos horas después de conocerse la muerte, más de doscientas personas se concentraban en el Monumento de los Corsarios e iniciaban una marcha protesta.