Imagen de la furgoneta en el poblado de Son Banya envuelta en llamas. | @BOMBERSDEPALMA

«Aquella noche estuve de botellón y fumando marihuana y con el colocón me fui a mi casa. Yo no tengo nada que ver ni con el robo de la furgoneta ni tampoco con el incendio». Así se desvinculó de los hechos un acusado de prender fuego a un vehículo en Son Banya después de robarlo en una calle de Can Pastilla durante el día de Año Nuevo de 2019.

El joven, de 29 años de edad, se enfrenta a una pena de un año y medio de prisión por el incendio y a una multa de 2.160 por el robo. Su abogado, el letrado David Salvà, solicitó su absolución falta de pruebas.

Huella

El procesado, que se encuentra en prisión preventiva por otros delitos, negó su implicación en los hechos. «No sé nada de la furgoneta. Mi huella apareció en el coche donde estaban las llaves y me detuvieron por eso, pero no sé cómo llegó ahí», explicó a la magistrada.

La propietaria del vehículo calcinado relató en la sala que se dio cuenta por la prensa de que la furgoneta que había sido hallada en Son Banya era la que le habían robado la noche anterior. «Entraron en mi coche, no sé cómo, y cogieron las llaves de la furgoneta. La verdad que no sé quién pudo hacerlo», dijo.

La Fiscalía, además de la pena de prisión, solicita que el acusado indemnice a la perjudicada en 7.250 euros, el valor venal de la furgoneta en el momento de la sustracción.