Antes de regresar al lejano Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron una última parada en cuatro localidades de la isla para despedirse de los niños ibicencos entregándoles regalos y dándoles consejos para que se porten bien durante todo este año 2015.

Su primera cita la tuvieron en Puig d’en Valls y Jesús y al igual que en las cabalgatas del lunes, el desfile de sus Majestades de Oriente fue todo un éxito. Lanzaron kilos y kilos de caramelos y confeti de colores y sobre todo entregaron regalos y toneladas de ilusión a los centenares de niños y padres presentes en las dos localidades.

Los más madrugadores fueron los que acudieron hasta la plaza de la iglesia de Puig d’en Valls. Allí Cristian, Iván, Izan, Joel, Nerea, Álvaro, Aitor, Nadia, Yamila o Manuel tuvieron la suerte de recibir de manos de los Reyes Magos muñecas, todo tipo de accesorios de Spiderman, juegos de mesa, mochilas, peluches, coches teledirigidos e, incluso, patinetes o bicicletas.

Diversión y globos en Jesús

Después Melchor, Gaspar y Baltasar siguieron camino hasta la cercana localidad de Jesús a donde llegaron en sus carrozas rojas, amarillas y verdes, respectivamente, y muy bien acompañados de un grupo de bailarinas que parecían salidas de la película El Mago de Oz y los divertidos botones de hotel de la compañía Party Planet. Estos últimos hicieron las delicias de todos los presentes gracias a su divertido zancudo, su peculiar bicicleta de cuatro ruedas y sus espectaculares acrobacias.

Así, mientras algunos niños casi profesionales en esto de coger los caramelos de las cabalgatas se jugaban casi la vida, la numerosa comitiva llegó hasta la plaza de la iglesia donde les esperaba un público entregado.

Afortunadamente para ellos apenas hubo que esperar unos minutos a que sus Majestades terminaran de hacer la tradicional reverencia al niño Jesús para verles aparecer. Tras saludar a todos los niños y padres que pudieron y sortear teléfonos móviles y máquinas de foto y vídeo consiguieron llegar a sus respectivos tronos donde les esperaban los miembros de Party Planet. Allí, y después de que Baltasar leyera un pequeño discurso en el que pidió a los niños que ayudaran a los más necesitados y que se portaran bien con sus padres, todos lanzaron cientos de globos blancos al aire, cada uno con un deseo de amor y felicidad para 2015. Fue el preludio de lo más esperado de la mañana. Y es que cuando empezaron a oirse nombres y solo hubo tiempo para una cosa: Abrir regalos.