Sant Antoni vivió ayer por la tarde una jornada que parecía sacada del famoso poema en el que Gloria Fuertes soñaba un mundo al revés. Y es que aunque no hubo piratas honrados, principes malos, brujas hermosas y un lobito bueno al que maltrataban todos los corderos, si chocó ver como los jóvenes de la localidad aprendían a cocinar tartas de queso en el Espai Jove mientras los más mayores disfrutaron de una gran fiesta con baile y música en directo en el Club de Majors des Clot Marés.

Lo cierto es que en torno a una decena de adolescentes, de entre 12 y 16 años, se lo pasaron en grande con una nueva sesión del taller de cocina que se organiza semanalmente en el Espai Jove de Sant Antoni. En esta ocasión tocó aprender a cocinar tarta de queso gracias a una receta proporcionada por los monitores y al igual que cuando se han hecho otros platos como galletas, crepes o incluso, macarrons de Sant Joan, la iniciativa resultó todo un éxito.

«Aunque parezca increible estos talleres tienen bastante aceptación entre los jóvenes del pueblo, y siempre participan en torno a una decena que aprovechan para cocinar entre amigos y después jugar un rato con las consolas, los juegos de mesa o los campeonatos que hay preparados a todas horas del día», explicó ayer Laida Cubo, una de la monitoras mientras asegura que en Navidad hubo tanta afluencia de jóvenes que incluso hubo chicos «que se tuvieron que quedar fuera».

Y ahora, tras el éxito de ayer, las próximas citas entre fogones del Espai Jove de Sant Antoni tendrán lugar los dos próximos miércoles a partir de las cinco de la tarde, cuando se enseñe a cocinar crepes y tejas respectivamente.

El mismo éxito tuvo la fiesta que organizó el Ayuntamiento de Sant Antoni para sus mayores en el Centro Clot Marés. Allí, los asistentes pasaron un magnífico rato de diversión, bailando al son de la música en directo y además, pudieron charlar con sus amigos y conocidos mientras degustaban bunyols, orelletes y vi dolç.