Decenas de vecinos, amigos y compatriotas rindieron ayer homenaje a Andrés Perdiguero, uruguayo afincado en Sant Antoni que falleció repentinamente de un ataque de corazón el pasado mes de enero, en una acción solidaria destinada a recaudar fondos para su hijo Nacho, de 9 años, y su viuda, Virginia, que además se encuentra a punto de dar a luz su segundo retoño y no dispone de recursos para sacar a la familia adelante.

Perdiguero, que jugaba en la liga Sa Real, era un gran aficionado al fútbol, por lo que sus amigos pensaron que la manera ideal de celebrar un evento benéfico era organizando un partido. «Se nos ocurrió que era la mejor fórmula para obtener una ayuda para esta familia que le ha tocado vivir una situación tan difícil», explicaba Ricardo Ruétalo, coordinador de la Liga Sa Real, que conocía y apreciaba al difunto y que formaba parte de la organización de la campaña ‘Un día por Andrés’.

Y es que su familia directa no solamente debe sufrir el dolor por la pérdida de su esposo y padre, sino que además debe afrontar un panorama complicado, pues Virginia -la viuda- que trabajaba de cocinera durante la temporada estival, se encuentra desempleada, solo percibe una ayuda de unos 400 euros y está a punto de tener su segundo hijo.

Precisamente, ayer no pudo estar presente en el homenaje a su esposo ya que, aunque salía de cuentas a primeros de marzo, debió permanecer en Can Misses porque ya padecía contracciones.

«Este caso me ha tocado de manera particular», señalaba Alanna Thomson, directora de la escuela de baile Banana Dance Studios, que dirigió una vez más a sus pupilas con los disfraces y la coreografía ‘¡Extra, extra!’que recientemente les ha dado el primer premio de su categoría en los carnavales de Vila y Santa Eulària.

Además de la amistad que unía a sus respectivos maridos, Thomson también está embarazada. «A mi me toca dar a luz a primeros de abril y a ella cinco semanas antes, aunque es posible que a Virginia se le adelante el parto y tenga al bebé esta próxima semana», manifestaba.

«Nos quedamos conmocionados con la triste noticia y debíamos hacer algo», afirmaba Alda Yurramendi, presidenta de la Asociación Cultural de Residentes Uruguayos de Eivissa y Formentera (Acruef). La entidad, que estima que hay entre 1.200 y 1.500 residentes procedentes del país sudamericano en las Pitiüses, vendió ayer tartas dulces y saladas, pizzas, empanadas y otros alimentos, además de organizar una rifa con varios artículos donados, todo ello a beneficio de esta familia.

La guinda de la jornada la puso el propio hijo de Andrés, Nacho. En un partido entre los benjamines del Ràpid, mostró sus cualidades como lateral, su posición habitual en el equipo, guardameta e incluso goleador, al transformar un penalti en el que todos sus compañeros le jalearon. Un auténtico golazo que debe servir a su familia para salir adelante.