Los espárragos trigueros ya se pueden encontrar en diferentes puestos del Mercat Nou de Vila.

Son el nuevo producto de la semana. Hasta cuatro puestos del Mercat Nou de Vila ya ofrecen en sus mostradores espárragos trigueros traídos directamente del campo ibicenco. El cliente rápidamente los puede reconocer porque son más delgados, más esmirriados podría decirse, que los procedentes de la península o Perú, catalogados como espárragos verdes. Pero su aspecto no debe confundirnos. «Son igual de tiernos que los de tronco grueso y su sabor es más intenso», defiende la frutera Margarita Riera. «Son mejores para hacer guisos, tortillas o sopas mallorquinas de pan», añade la vendedora Josefa Cárdenas quien adjudica a los espárragos verdes un mejor papel como elemento decorativo de platos o como alimento a la plancha.

A todas sus virtudes, se le añade la del precio. El del espárrago ibicenco se sitúa en este mercado en el euro y medio, muy lejos de los tres euros (o 3’80 para su variante extra) del espárrago grueso. «A mí me los trae un señor de Sant Mateu» Explica Marga Riera. Lo mismo sucede con el resto de fruteros, que no dependen de agricultores para proveerse del espárrago triguero, ya que esta verdura crece salvaje. Se trata otra diferencia con su hermano verde, alimento de cultivo que se puede adquirir todo el año. «Ahora los que más se lleva la gente son los ibicencos», asegura Riera, quien advierte «hay que aprovechar, ya que su temporada es corta, suele acabar a mediados o finales de marzo, pero si aprieta el calor y hace viento se avanza su final».

El retorno de las pescaderías

La sección de pescadería del Mercat Nou de Vila vuelve a rebosar actividad. Diez de los doce puestos existentes están esta semana en funcionamiento. Un panorama muy diferente del ofrecido los últimos dos meses, cuando la mayoría de pescaderos y pescaderas del mercado disfrutaban de su periodo de asueto anual. «Después de las Navidades baja mucho la demanda, además el mal tiempo ha hecho que muchos días las barcas de aquí no trajeran género» explica María Marí, una de las recién incorporadas después de dos meses. «En verano podemos facturar en un día, lo que en esta época ganamos en toda una semana». Los precios también varían de una época a otra. Las gamba grande de Eivissa, por ejemplo, se vende ahora a 79 euros el quilo, mientras que en verano llega a los 110 euros el kilo. En cuestión de pescado local, lo que más se lleva la clientela ahora, asegura Marí, es gerret, pescado de sopa y morena.