Imagen de los trabajos arqueológicos que se están realizando en el yacimiento de es Cap de Barbaria en Formentera.

El equipo de arqueólogos dirigidos por el profesor de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, Pau Sureda, inició ayer la cuarta prospección arqueológica en el yacimiento es Cap de Barbaria II, ubicado en la Finca de sa Tanca Dins de Formentera.

En total 16 especialistas provenientes de Universidades de Cantabria, Alicante, Inglaterra y Barcelona, seguirán desentrañando durante todo el mes de marzo los secretos de este asentamiento poblacional de la Edad de Bronce.

Según Sureda, «el objetivo sigue siendo establecer como vivían los habitantes de este enclave y como se relacionaban con otras comunidades asentadas en el resto de Balears y en la Península». En este sentido, el mismo profesor aseguró que los trabajos previos han permitido acotar «todo lo que se utilizaba propio de la isla y lo que venía de fuera y ahora, que ya hemos excavado dos habitaciones de planta naviforme, comenzamos a entender mejor como era su día a día, que comían o como trabajaban la piedra», señaló el arqueólogo.

Por otro lado, otros de los principales objetivos es seguir perfilando la data cronológica de este asentamiento ya que los primeros estudios lo situaban entre el año 1.700 A.D y el 1.000 D.C. Concretamente, Sureda corrigió los datos, ya que, «debido a los estudios de Carbono 14 que hemos realizado podría su inicio situarse antes, en el 1.600 A.C. y hasta el 1.000 D.C.».

Entre los hallazgos de la última intervención llevada a cabo el año pasado, el profesor de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona destacó la localización de piezas de sílex, «un material que no se encuentra en las Pitiüses», así como diversos restos de metal. Además, Sureda aseguró que se está trabajando en el tipo de faenas que llevaban a cabo los habitantes de este asentamiento «porque nos consta que explotaban los recursos al máximo, tanto los marinos, la flora local y las piedras calcáreas con tallas, porque daban solución a sus problemas cotidianos».

Cuevas funerarias

Los estudios que se están llevando a cabo tienen dos líneas ya que los científicos también continuarán con unas prospecciones en una cueva de La Mola, que han bautizado como punto 127 y donde han encontrado restos de una persona enterrada, junto a abalorios y trozos de cerámica. Un conjunto que tiene una antigüedad de 4.000 años y que se está analizando en el laboratorio montado en el albergue de la Formentera y que es el lugar en el que se aloja todo el equipo.

Sobre estos trabajos, el también arqueólogo Edgar Camarós apuntó que los hallazgos confirmarían que, «los habitantes de la Edad de Bronce residían en es Cap pero enterraban a sus muertos en las cuevas de La Mola, lo que nos demuestra cómo se movían en la isla con es Cap como habitat y La Mola como sitio funerario».

Precisamente, los estudios que se están llevando a cabo en el yacimiento es Cap de Barbaria II, ubicado en la Finca de sa Tanca Dins de Formentera, pretenden ampliar el inventario de asentamientos prehistóricos en cueva mediante programas de prospecciones territoriales y la evaluación del potencial arqueológico real de estos enclaves que ya han aportado noticias de hallazgos prehistóricos y de las nuevas que se documenten.