Una docena de fotografías son suficientes para –como mínimo– sonrojar al personal, si no directamente escandalizarlo. Son las 12 obras que el reputado fotógrafo valenciano José Luis Abad expone en Toysextory.

La muestra es visualmente explícita y provocadora, aunque tras una presentación irreverente, se esconde un juego dialéctico que cuestiona los tabúes que encierra la sexualidad humana.

El autor lo consigue mediante personajes de carne y hueso del colectivo LGTB –gays, lesbianas, transexuales y bisexuales– que interactúan con otros de similares orientaciones sexuales pero de plástico.

Muñecos que seducen a travestidos. Madelmans musculosos, tatuados y vestidos –poco– de cuero, que admiran y adoran a una mujer... ¿o es un hombre? Situaciones de sexo muy explícito entre personas y seres de plástico, aunque las zonas íntimas retratadas sean de látex. La polémica esta servida.

Sin embargo, el planteamiento de Abad, aunque parezca solamente provocadora, se sustenta con la exaltación de la perfección del plástico –lo irreal– con la imperfección de lo carnal y lo social. Los materiales adaptables y renovables que imponen sus cualidades ante la fragilidad humana, ante sus contradicciones y ante sus, muchas veces inaceptables y a menudo no aceptadas, perversiones.

Esta propuesta puede verse desde el pasado 16 de mayo en The Pur-ple, hostal de Sant Antoni que abrió sus puertas hace un año como el único dirigido únicamente al colectivo LGTB.

El director del establecimiento hotelero, Dirk Siepper, manifestó que la exposición permanecerá abierta al público las próximas dos semanas, aunque no descartó que se prolongue «algunos días más».

Asimismo, Siepper avanzó que The Purple se encuentra preparando otra muestra «muy distinta a esta», con un artista local. «Nuestra vinculación con el arte tendrá continuidad, bien ligada al colectivo LGTB o bien sean otras manifestaciones culturales más convencionales», afirmó.