Por quinto año consecutivo, tras constituirse oficialmente en 2011 como filial de la Matriz de Almonte, la Hermandad del Rocío de Sant Antoni de Portamany, dio ayer por finalizada su participación en los actos religiosos y las celebraciones que se desarrollan en la aldea de El Rocío (Huelva), viviendo con devoción, alegría y entusiasmo una romería que cada año, por Pentecostés, se celebra en honor a la Blanca Paloma, contando con la presencia de más de un millón de personas llegadas desde todo el mundo.

Tras dos días de camino por los arenales y los bellos parajes naturales del Parque Nacional de Doñana, haciendo noche en el Pinar del Pastorcito, los peregrinos de Sant Antoni, arropando a su Simpecado, presentaron a su llegada a la ermita marismeña sus más sentidos respetos a la patrona de Almonte, la Virgen del Rocío. Según Diego Infante, vicepresidente de la hermandad, «los rocieros de Sant Antoni, han disfrutado de unos intensos días, repletos de vivencias y de experiencias inolvidables» hasta llegar al mediodía de ayer, cuando la procesión con la imagen de la Reina de las Marismas, tras toda una noche por las calles de la aldea, volvía de nuevo a ser llevada a su altar.