Dos operarios fueron juzgados ayer en Eivissa por supuestamente insultar y golpear con una herramienta a la madre de un ex compañero con el que habían tenido desavenencias laborales.

Ambos negaron cualquier tipo de agresión y aseguraron que todo era un montaje después de que sorprendieran a dicho individuo cuando desvalijaba su coche. El fiscal pide un año y medio de cárcel para el principal implicado, así como multas para ambos acusados. Otro juzgado investiga si se estaba produciendo el robo en el vehículo.

Juntos

El suceso ocurrió poco después de la una de la tarde en las proximidades del hotel Ses Torres de Santa Eulària. Menos de una hora después todos los implicados coincidían en el puesto de la Guardia Civil de Santa Eulària, lugar donde se cruzaron las denuncias por hechos tan dispares.

La afectada relató, y así también lo hizo ayer en el juicio que se celebró en el Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, que había quedado con su hijo en el aparcamiento que hay frente al hotel cuando vio dos desconocidos que se le acercaban y empezaban a insultarla. Según su versión, recibió un golpe en un dedo al protegerse con las manos cuando uno de ellos alzó una herramienta y quiso golpearle en la cabeza.

El médico diagnosticó la existencia de un hematoma en un dedo. Los sospechosos huyeron al llegar su hijo con tres perros.

Los acusados, frente a ello indicaron que estaban comiendo en un bar de la zona cuando vieron que su ex compañero estaba forzando su coche. Tras recriminarle su actitud, dicha persona salió corriendo. Luego volvieron al bar, terminaron de comer y fueron a la Guardia Civil para interponer su denuncia. Una testigo, relacionada con el bar, corroboró ayer que ambos clientes regresaron al establecimiento quejándose de que les habían robado.