Unas 1.200 personas se reunieron en la mezquita de Can Escandell para dar gracias a Alá y hacer borrón y cuenta nueva, dejando atrás todo lo malo. Foto: I.A.

Unas 1.200 personas personas se reunieron ayer para celebrar el final del mes sagrado del Ramadán. Los musulmanes ibicencos rezaron a Alá para dar las gracias tras pasar un mes de abstinencia y ahora «obtener el permiso sagrado para comer, beber y tener la vida normal, el permiso de Alá», explicó Abdel, presidente de la Comunidad Musulmana de Ibiza (CIE).

El Ramadán empezó el 7 de junio y finalizó ayer, 16 de julio. Para celebrarlo, los musulmanes de Eivissa se reunieron a las 7.30 horas para rezar en la mezquita de Can Escandell. Para Abdel se trata de «un borrón y cuenta nueva. Hemos ofrecido unas palabras de gracias a Dios. Es un gran día para empezar de nuevo y abandonar lo malo del pasado», explicó Abdel que dijo que el Ramadán «es el símbolo moral de que las personas han cambiado, se han purificado y pasan a querer y ser queridas por todo el mundo».

El Ramadán se rige por el calendario lunar, los meses comienzan cuando es visible el primer cuarto creciente después de la luna nueva, es decir, un par de días después de ésta. Pero no todo el mundo puede ayunar de sol a sol, están exentos las embarazadas y los enfermos que, a cambio, deben ofrecer una comida a los más pobres.

Para Abdel, el «símbolo» o significado del Ramadán es «llevar la sonrisa al corazón de otros que les falta», concluyó.