El fundador de la ONG Juntos, el ibicenco Carlos Ramón, participará este domingo 1 de noviembre en el Maratón de Nueva York para cumplir la promesa que le hizo a Núria Revuelta, una niña de 15 años que lucha contra el cáncer. 

El origen de esta bonita historia tiene sus orígenes unos meses antes, cuando Ramón, que desde hace seis años es voluntario en un hospital de Madrid, conoció a Núria, una niña a la que tuvieron que amputar 13 centímetros de su tibia a causa de un cáncer en el hueso. «Un día me dijo que como ella no podía correr, lo hiciera yo por ella, y entonces le contesté Núria, yo seré tus piernas», explica este ibicenco que a pesar de vivir en Santa Eulària se desplaza mensualmente a Madrid para pasar tres días ayudando en el hospital.

Pero no quedó ahí la cosa. Carlos Ramón decidió dar un paso más y prometió a la joven que correría el Maratón de Nueva York. «Lo hago por ella y para concienciar a la gente de la valentía con la que los niños que padecen cáncer afrontan esta enfermedad, porque son valientes, auténticos héroes y corredores de fondo», afirma.

Además, el ibicenco aprovechará su viaje a esta ciudad norteamericana para reunirse con representantes de dos de las organizaciones no gubernamentales más importantes del mundo en materia de ayuda infantil, Pencils of Promise y Team for Kids. Según Ramón, el objetivo de estas dos reuniones «es establecer una colaboración» con la nueva asociación sin ánimo de lucro que impulsa él mismo desde Eivissa, bautizada como Proyecto Juntos y cuya presentación oficial será a finales de noviembre.

Según su creador la organización nace con cuatro objetivos: «la escolarización de niños excluidos del sistema docente, construir escuelas, mejorar las infraestructuras y recursos humanos en orfanatos infantiles y potenciar el voluntariado y asistencia a niños con cáncer».

Ésta será la tercera vez que Carlos Ramón participa en el Maratón de Nueva York, considerado como una de las pruebas más conocidas del mundo. Ya lo hizo en 2011 y 2013 en representación del Club Triatló Santa Eulària, pero ahora todo será muy distinto. «Este año mi objetivo volverá a ser terminar la prueba como pude hacer las otras dos veces, pero ahora mi motivación es dedicar el esfuerzo de recorrer los 42 kilómetros por la Gran Manzana a Núria y a todos los niños que pese a padecer cáncer, sonríen y nos demuestran cada día que hay que luchar».

En este sentido, Carlos Ramón espera que su presencia en la prueba «sirva para dar a conocer el trabajo que hacen los voluntarios en los hospitales y animar a la gente a implicarse en el voluntariado con el fin de mejorar la asistencia de los niños hospitalizados», según explicó.