Los protagonistas de "Robin Hood", Cate Blanchet y Russell Crowe. | YVES HERMAN

El Festival de Cannes comenzó ayer con el glamour de la alfombra roja, la gala de presentación y la exhibición de «Robin Hood», el filme del británico Ridley Scott, protagonizado por Russel Crowe y que abre un evento que durará hasta el 23 de mayo.

La maestra de ceremonia, la actriz británica Kristin Scott Thomas, dio la bienvenida y por abierto el festival de cine más importante del mundo, donde 19 películas compiten este año por la Palma de Oro.

Entre ellas, «Biutiful», de Alejandro González Iñárritu, con Javier Bardem como protagonista, es una de las cintas más esperadas, junto a la segunda parte de «Quemados por el sol», que presentará el ruso Nikita Mijalkov; «Outrage», del japonés Takeshi Kitano, o «Another year», de Mike Leigh.

Otro británico, Ken Loach, con «Route Irish», se subió a la lista pocas horas antes del comienzo del Festival, que este año tiene filmes que la crítica adelanta interesantes pero en secciones paralelas, que no compiten por los galardones principales.

Otros cineastas presentes en Cannes este año son Bertrand Tavernier, con «La princesse de Montpensier"; el chino Wang Xiaoshuai, que trae «Rizhao Chongqing», y el iraní Abbas Kiarostami con «Copie conforme», con Juliette Binoche, el cartel de este año de Cannes, de protagonista.

Sólo un director estadounidense en la edición número 63 del Festival, Doug Liman, que con «Fair Game» y con un reparto de primera -Seann Penn y Naomi Watts-, cuenta la historia de la agente de la CIA Valerie Plame.

Fuera de la competición oficial, además de Robin Hood, estará lo último de Woody Allen, «You will meet a tall dark stranger», con Naomi Watts (que repite en este Festival), Anthony Hopkins, Josh Brolin y Antonio Banderas.

Y además la segunda parte de «Wall Street», con Michael Douglas en el papel del «tiburón» de las finanzas al que ya encarnó y que acerca al cine a la actualidad en plena crisis económico-financiera.

Otros filmes son «Tamara Drewe», de Stephen Frears; «Carlos», del francés Olivier Assayas, sobre el terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, «Carlos"; el documental «Draquila. L'Italia che trema», sobre el terremoto de abril de 2009 en la región de los Abruzzos, o «Abel», la ópera prima como realizador del actor mexicano Diego Luna.

El presidente del jurado, Tim Burton, que adelantó que pretende que las películas le sorprendan y le conmuevan, intervino en la gala de presentación del festival después de un desfile de estrellas por la alfombra roja.

Burton, uno de los directores más creativos del momento, adelantó que él y sus compañeros serán comprensivos con los filmes que concurren a la competición.

Aseguró que «no hay instrucciones» que impartir a los otros miembros del jurado y no dio pistas de lo que los jurados de este año -entre los que están el español Víctor Erice, además de Del Toro y la actriz británica Kate Beckinsale- tienen en la cabeza como condición previa para entrar en la lista de galardonados.

«Nuestro trabajo es el de estar absolutamente abiertos» a las películas presentadas, explicó el director de la nueva versión de «Alicia en el país de las maravillas» e insistió, ante las preguntas de la prensa: «nuestro objetivo es dejar que lo que veamos nos llegue adentro».

El desfile de celebridades sobre la alfombra roja dio también ocasión para la broma, como cuando el actor puertorriqueño Benicio del Toro dijo que se preparó para ser miembro del jurado del Festival de Cannes con una receta singular: buena limpieza de ojos y oídos.

Preguntado por su fórmula para afrontar la tarea de jurado el intérprete de «Che» bromeó: «me puse colirio y me limpié los oídos».