La carpa del Passeig de ses Fonts vivió ayer una jornada divertida para los más pequeños, donde pudieron realizar diferentes actividades de decoración navideña, además de poder disfrutar luciendo en sus caritas diferentes creaciones de maquillaje de fantasía. Foto: D.E.

La carpa del Passeig de Ses Fonts de Sant Antoni se vistió ayer de Navidad gracias al primero de los llamados sábados de mercado de los tres que se celebrarán estas fiestas en la carpa instalada en el mismo paseo. El de ayer estaba dedicado a los productos y detalles relacionados con la Navidad y en él participaron 10 puestos, 7 de artesanos y 3 de comerciantes.

Una participación, según la concejala de Comercio Cristina Ribas, más baja de lo que se esperaban. «Esperábamos que más comerciantes se apuntaran a esta iniciativa», aseguró mientras lamentaba la poca aceptación que ha tenido dicha iniciativa en este gremio.

Por el contrario, los artesanos y comerciantes asistentes mostraron su satisfacción, y algunos como Rebeca Ramis, quien participaba con su propia firma de bisutería, aseguró al principio de la mañana que «la idea estaba muy bien, y que ella ya había vendido algunas cosas». Otras como Tinti, quien acudió con su puesto con productos navideños, explicaron que «aunque estamos muy contentos por esta iniciativa y es de agradecer el interés del ayuntamiento, un solo día nos parece demasiado poco. Podía haberse alargado todo el fin de semana».

Pero aquí no acabaron las actividades, y paralelamente al mercado se celebraron diversos talleres con los que los niños pudieron disfrutar de lo lindo. Nada más entrar a la carpa éstos podían encontrarse con el puesto de maquillaje de caras, donde las monitoras explicaron las preferencias de los niños: «A los pequeños les gustan más las caras de animales, a los que son un poco más mayores sobre todo las arañas, y a las niñas las flores y las mariposas».

Fue la escuela de tiempo libre L’Espurna quien, contratada por el Ayuntamiento y sin ningún coste para los niños, llevó a cabo los 5 talleres, donde decenas de ellos pudieron aprender a hacer tarjetas navideñas, a decorar el árbol de navidad, a hacer un belén, a hacer mandalas, además de pintarse la cara. «No sé si este año han hecho más cosas o anteriormente no me enteraba, pero está muy bien y hay muchas actividades para los niños», aseguraba la madre de Eric, Jésica, quien pacientemente ayudaba a su hijo a hacer una postal de navidad asesorada por una monitora. O Graó, un padre que observaba con gracia cómo pintaban la cara de su hijo: «Está muy bien. Para nosotros que hagan cosas es una manera de pasar un buen rato durante el día del sábado. Ahora estamos aquí con nuestro hijo y luego al medio día iremos a San Josep, al Cañas and Roll.

Para acabar la jornada festiva en Sant Antoni, ya por la tarde se llevó a cabo la inauguración del belén navideño en el antiguo Ayuntamiento, realizado por sexto año consecutivo por el belenista Jesús González Casado. «Siempre  tiene el mismo tamaño, 4 metros de profundidad y 6 metros de ancho, hecho en poliespán. Este año es un paisaje novedoso, inspirado en la naturaleza, con cascada, simulación del día, la noche y el amanecer, y efectos de estrellas y luna».