Pastelerías y hornos de pan trabajan estos días a destajo fabricando roscones de Reyes para las familias de las Pitiüses. Es el caso de la conocida y mítica pastelería La Canela, que lleva 29 años ofreciendo este servicio. «Tenemos una previsión de venta de entre 2.300 y 2.500 roscones en tres días. El domingo ya empezamos a sacar roscones y hoy y mañana son los días más fuertes», explicó el propietario de La Canela, Gonzalo González. Durante dos días trabajan día y noche, por turnos, para hacer frente a la demanda de roscones por parte de los ciudadanos pitiusos. «La mitad son encargos y la otra mitad son compras al momento», indicó. Son 22 personas de plantilla fija y en estas fechas nadie puede coger vacaciones, «no puedo contratar personal de refuerzo porque necesitas unos dos años de formación para poder trabajar aquí», precisó.

Hacer un roscón de Reyes es muy laboriosos, se tardan entre 4 y 5 horas, un trabajo muy artesanal realizado con una masa enriquecida que lleva «mantequilla, azúcar, leche, harina, huevo y se aromatiza con cascaras de naranja y limón naturales, pero lo que le diferencia de cualquier otro tipo de briox es el agua de azahar, que aromatiza el roscón y le da un toque especial», aclaró González. Luego se hace una bola, la rosca y se fermenta. Una vez fermentado, se coloca la fruta, la almendra y el azúcar, se mete en el horno y luego se pone en una bandeja y se decora con la corona, pero dentro lleva la sorpresa, «un rey, un haba u otra figurita de Disney o lo que nos pida el cliente», dijo el pastelero, «y a quien le toca el haba en teoría paga el roscón pero al final quien lo paga realmente es el que lo compra», concluyó González.