Los niños ya llevaban horas disfrutando de sus regalos en Sant Joan, pero aún les quedaban por abrir los más especiales, los que recibirían de mano de los Reyes Magos. Una de las últimas cabalgatas de la isla fue la de este municipio, que se inició pasadas las 17,00 horas y que salió del CEIP Labritja para darse una vuelta por la pequeña localidad, antes de parar enfrente de la Iglesia donde visitaron el belén que tenían preparado.

Las carrozas de sus Majestades, aunque sencillas, estaban decoradas originalmente con ramas de palmeras y precedidas por la estrella de Oriente que guiaba a los Reyes en su corta travesía. No faltaron, por supuesto, los pajes ni los esperados caramelos que volaron hacia los niños. «Hemos venido porque a la cría le chifla y aunque no se come los dulces le encanta recogerlos», explicaba el padre de Luna, una de las pequeñas, que estuvo atenta de no perderse nada.

Ella, y otros tantos niños, llevaban la cara pintada y es que, una vez más, no faltó la animación, hubo payasa y entrega de regalos para todos. Varias veces se escuchó la famosa pregunta de «¿os habéis portado bien?» antes de que comenzara el reparto, a la que todos los niños contestaron un ‘sí’ a pleno pulmón. Por último, antes de proseguir camino, hubo un final dulce a base de chocolatada y coca, que corrió a cargo de los vecinos y colaboradores del municipio.

Justo después, los Reyes Magos iniciaron su última andadura del año hacia Sant Llorenç, donde la cabalgata se inició en el IES Balàfia y se repitió el ritual de reparto de caramelos, entrega de regalos y chocolatada con buñuelos de postre.