La de ayer fue una rua de carnaval especial en Sant Joan ya que no sólo la desafiaron las nubes y el viento madrugador a primera hora de la mañana, sino que en esta ocasión también contaban con el difícil acceso al pueblo. Sin embargo, nada se interpuso en el camino de los incondicionales al desfile de carnaval de Sant Joan que este año contó con alrededor de 200 participantes.

Dos carrozas, tres comparsas y multitud de disfraces indivuales libres llenaron las calles de Sant Joan con los bailes enmarcados en sus temáticas coreografías.

Entre las premiadas, la carroza Nunca es tarde para estudiar, que en colaboración con el aula de percusión Tuti Plen, vistieron el carnaval con un grupo de más de 50 ancianas de colegio privado, algunas de carácter rebelde y divertido. Y es que según su representante, Ramón Tur, llevaban preparando el desfile y los disfraces desde el mes de diciembre.

La segunda carroza premiada fue la del CP Balanzat, que contó con más de 50 personas y se caracterozarpm bajo la temática elegida por los chavales en el colegio: el Antiguo Egipto. La carroza lucía una pirámide que según la represntante de la Apima, Carmen Torres, «fue muy costosa de hacer y para ello estuvimos varias semanas». Torres destacó además la dificultad para elaborar los trajes o los jeroglíficos.

Una de las comparsas más reivindicativas, fue la que recibió el segundo premio y se titulaba Juego de Pactos. Estaba inspirada en la situación política que está viviendo España y que según el representante de la comparsa, Vicente Torres, «todo se arregla a bofetadas». Para ello dispusieron de un ring en el que, guantes en mano los principales candidatos a la presidencia: Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera, luchaban así por el cargo. Lucieron los tópicos de cada partido sin faltar la representacion de Bárcenas, la supuesta adicción a la cocaína de Albert Rivera o el ambiente hippie de Pablo Iglesias.

Desde la tercera comparsa premiada, Es Galliner, uno de sus componentes, Eric Mairena, quiso remarcar que ellos formaban un grupo de amigos incondicionales a la rua de Sant Joan y que este año, pese a las dificultades de acceso para llegar a Sant Joan y el posible mal tiempo, no se habían querido perder la tradicional rua.