Luis Barrios Manzano, oriundo de Santa María del Campo Rus, provincia de Cuenca, llegó a la isla de Formentera en 1970 y después de muchos años de trabajo en el sector de la construcción compró un terreno de 25.000 metros cuadrados en la zona interior de Migjorn, y decidió que su jardín, «que para eso es mío», fuera diferente a todos los que existían en otras fincas de la menor de las Pitiüses. Como buen albañil y un verdadero «manitas», hace cinco años comenzó en sus ratos libres «y con la ayuda de amigos» a utilizar el terreno del fondo de su casa con el objetivo de crear a pequeña escala, «una isla dentro de la isla», y que albergara en ese espacio todos los elementos arquitectónicos que la distinguen, así como un homenaje a la vida marinera con dos pequeños estanys uno de ellos con su correspondiente llaüt. Hace unos años visitamos para el semanario Prensa Pitiusa esta finca y todavía el proyecto estaba a medias, pero ayer hemos podido comprobar que ya cuenta con la reproducción de las tres Iglesias de la isla. «He construido la de Sant Francesc con su calvario y una campaña que he comprado por internet, que es del año 1842 con su correspondiente inscripción pero las otras dos son más modernas». Barrios, comentó con orgullo que las tres iglesias «contarán con sus correspondientes altares y las figuras de sus santos patronos y no descarto montar con piedras una recreación de las construcciones megalíticas de es Cap de Barbaria».

Disfrute personal

Luis no tiene ni la más mínima intención de sacar un beneficio económico de este personal «parque temático», en el que destacan molinos, casas pagèsas y los dos faros de la isla que se iluminan por las noches. «Si alguien quiere venir a verlo y me pide permiso le dejo entrar y le explico lo que he construido en mi jardín». Sobre cuánto dinero ha invertido en llevar a cabo esta obra, Barrios se niega a decir una cifra exacta, «porque mi mujer se puede enfadar, pero mucho del material utilizado, sobre todo para hacer el relieve del mapa de la isla, proviene de 2.000 metros cúbicos de escombro de desechos de obras aunque no fueron suficientes y tuve que comprar más de 1.000 metros cúbicos más de este tipo de material para poder acabar el contorno». Lo que podríamos llamar «conjunto escultórico» tiene a escala, según su autor, «un promedio de 76 metros de largo».