Cinco vecinos de Sant Antoni, naturales de Marruecos, tendrán que sentarse en el banquillo de los acusados en la Audiencia Provincial para responder de un presunto delito de tráfico de drogas después de que se hallara hachís y cocaína en varios pisos de esta localidad.

La actuación la llevó a cabo la Guardia Civil el 3 de marzo de 2007 después de recabar numerosas sospechas sobre la posibilidad de que el grupo estuviera llevando a cabo actividades de venta de droga tanto en los domicilios como en la calle. En la operación se intervinieron más de dos kilos de hachís y unos 100 gramos de cocaína.

El fiscal pide para el principal acusado una condena de cuatro años de prisión mientras que para los otros miembros del grupo reclama una pena de tres años.

Registros

Todos los acusados fueron detenidos a primera hora de la mañana del 3 de marzo después de que se llevaran a cabo registros simultáneos en el edificio Faro II, así como en domicilios ubicados en las calles Vara de Rey y Rosers. Los agentes se incautaron, además, de balanzas de precisión, útiles para el corte y preparación de los estupefacientes y distintas cantidades en metálico que se creen presuntamente obtenidas con la venta de la droga.

En una de las viviendas, en concreto en la de la calle Rosers, se aprehendieron 5.731 euros y más de un kilo de hachís. En todas las casas, además de drogas, se encontraron balanzas y bolsitas listas para distribuir a pequeña escala los estupefacientes entre los consumidores.