Unas veces las máscaras y otras las sombras, como la de la gran ballena que se traga a Gepeto, daban vida a diferentes personajes. Foto: ARGUIÑE ESCANDÓN

Si los padres han pensado en algún momento que pueden moldear a sus hijos a su antojo «están en un grave error». Esta es la idea principal que se desprende de la versión que la compañía La Fornal d´Espectacles representó ayer por la tarde en el auditorio de Cas Serres y de la que disfrutaron tanto pequeños como grandes.

El teatro, con más de la mitad de la entrada, explotaba en risas nada más empezar el espectáculo porque los actores estaban bastante desubicados. Al final decidieron representar la historia de Pinocho pero con algunas variantes. Para empezar Gepeto no era carpintero sino actor, «un oficio sin beneficio», así es que fue su amigo, el mestre Cirera, el encargado de dar vida al muñeco de la nariz larga, que no era, ni por asomo, lo que Gepeto esperaba de él, «mi hijo va a ser inteligente, va a ser veterinario, médico, maestro». El pequeño Pinocho era un pésimo estudiante y sólo con la ayuda de un hada se convertirá, imaginamos en el futuro, en un joven más parecido a lo que soñaba su padre, nos contaba el director de la compañía y actor en la obra, Joan Gomila.

La representación de 55 minutos sorprendió a los asistentes por los juegos de sombras, en los que se pudo ver la enorme ballena tragándose a Gepeto.

La compañía La Fornal d´Espectacles fue fundada en Manacor en el año 2003 y ya ha creado una treintena de espectáculos para adultos y niños. Desde su inicio ha tenido presencia fuera de Balears y ha ganado diversos premios entre los que se encuentran la nominación a los Premios nacionales Max de teatro 2007 como espectáculo revelación para Proyecto Alcover 2008.