El régimen de Corea del Norte anunció ayer la retirada de todas sus salvaguardas militares con Corea del Sur, entre ellas un pacto cuyo objetivo es evitar enfrentamientos entre ambas partes junto a la costa occidental de la península Coreana, según informó la Agencia de Noticias Central Coreana (KCNA).
Esta es una de las siete medidas que anunció Pyongyang como respuesta a las sanciones que le ha impuesto Seúl después de acusarlo de provocar el hundimiento de una corbeta surcoreana el pasado mes de marzo al torpedearla junto a sus costas.
Corea del Norte ha advertido de la posibilidad de que surja un conflicto armado si el país vecino la castiga por el hundimiento del 'Cheonan', que causó la muerte de 46 marinos y con el que asegura no tener nada que ver.
Además de la suspensión de todas «las medidas de salvaguarda militar» para la comunicación económica entre las dos partes, otras medidas adoptadas por el Estado Mayor norcoreano son la prohibición de que los barcos, aviones y otros vehículos surcoreanos atraviesen las aguas, el cielo o el territorio de Corea del Norte y de que los surcoreanos crucen la frontera, según KCNA.
Reacción a provocaciones
El presidente surcoreano, Lee Myung Bak, aseguró que Seúl emprenderá acciones para defenderse en caso de que Pyongyang realice más actos que puedan suponer «provocaciones militares».
De hecho, la Armada surcoreana dio inicio ayer a las anunciadas maniobras submarinas en aguas cercanas a la frontera, en un clima en el que China, bajo presión internacional, da indicios de una posible revisión de sus relaciones con Pyongyang.
Los ejercicios navales están dirigidos a aumentar la capacidad de Corea del Sur para detectar incursiones de submarinos norcoreanos, como el que, según una investigación de Seúl en la que participaron expertos estadounidenses y suecos, torpedeó el buque 'Cheonan' a finales del mes de marzo.