Mientras en Eivissa cientos de personas poblaban las calles para seguir la procesión del Santo Entierro, Santa Eulària no se quedó atrás y también vivió una auténtica demostración de fe hacia la marcha del Viernes Santo.

Tras celebrarse el Vía Crucis Viviente por la mañana, primero hubo una misa a las 18.00 horas en el Puig de Missa, la procesión en la Vila des Riu comenzó en torno a las 20.00 horas, realizando el recorrido habitual de otras ediciones, es decir, comenzar en el Puig de Missa, bajar por la calle del Sol, enfilar la calle Sant Jaume, la calle Sant Vicent y después rehacer sus pasos hasta regresar en algo más de dos horas a la iglesia más importante de la localidad.

El desfile religioso se inició puntualmente encabezado por un escuadrón de romanos de unos 20 componentes, seguidos por los doce Apóstoles y la Samaritana, una mujer con una jarra de barro que simboliza a un personaje bíblico que según la devoción cristiana dio de beber agua a Jesucristo en su camino hacia la crucifixión. Tras ellos, fueron desfilando los pasos de las diferentes cofradías, acompañados todas ellos de sus respectivos cofrades.

Las distintas cofradías

La primera imagen fue la de Santa Marta con sus miembros vestidos de rojo con capa verde., seguido de la Cofradía del Cristo Atado a la Columna, con cofrades vestidos con los mismos colores que los anteriores, aunque en este caso la túnica es verde y la capa roja. Después, marchaba la Cofradía del Nazareno, cuyos miembros visten con túnica morada y capa blanca, el Cristo de la Oración con cofrades vestidos con túnica negra y capa roja y el Cristo Yacente, protegida dentro de una urna de cristal en forma de féretro y acompañada por sus miembros vestidos con túnica negra y capa blanca.

Finalmente, desfiló la Dolorosa, acompañada de cofrades con túnica blanca y capa azul y también de las ‘Manolas’, unas mujeres vestidas de negro y ataviadas con mantilla y peineta.

Incluso, también hubo tiempo para poder ver la imagen del Cristo de la Buena Muerte, que pertenece a la Hermandad de Caballeros Legionarios de Santa Eulària y que reside desde el año pasado en la parroquia de Puig d’en Valls.

Finalmente, sacerdotes y autoridades cerraban el cortejo entre el numeroso público que se dio cita en las aceras.