Al menos 70 personas han muerto en dos ataques perpetrados ayer contra dos mezquitas de la secta minoritaria Ahmadi en la ciudad de Lahore, en el este de Pakistán, por un grupo de hombres armados que tomaron varios rehenes. El grupo Tehrik-e-Taliban Pakistán ha reivindicado la autoría de los ataques.
Los hechos sucedieron a primeras horas de la tarde, cuando un grupo armado comenzó a disparar poco después de que concluyesen las oraciones y lanzó varias granadas contra las dos mezquitas.
Sajjad Bhutta, subcomisario de Lahore, cifró el número de víctimas mortales en al menos 70, y el de heridos en 78. Bhutta precisó que en la mezquita del barrio Garhi Shahu han muerto más personas que en la situada en la zona de Model Town porque en la primera tres de los milicianos detonaron los cinturones de explosivos que llevaban cuando la Policía intentó entrar.
El ministro principal de Punjab, Shahbaz Sharif, dijo que estos incidentes generarán una mayor decisión para combatir el extremismo. «Es un recordatorio para la nación de que Pakistán logrará su destino sólo cuando nos libremos del peor tipo de extremismo y fundamentalismo», declaró.
La Policía de Model Town confirmó la detención de uno de los hombres armados y la muerte de otro. Al respecto, el ministro de Justicia de Punjab, Rana Sanaullah, precisó que el detenido es un adolescente de la etnia pashtún, mayoritaria en algunas zonas del oeste de Pakistán y en Afganistán. Este dato, añadió, le vincularía con la zona tribal de Waziristán y reforzaría las sospechas sobre la implicación de los talibán.
Los dos ataques estuvieron bien organizados. En Model Town, el ataque fue perpetrado por tres hombres armados que circulaban en motocicletas. Dos de ellos llevaban cinturones con explosivos. «Primero lanzaron granadas de manos contra la gente que estaba concentrada y abrieron fuego», explicó.