Se acabaron las predicciones llenas de optimismo del Gobierno de los últimos meses. El horizonte económico parece oscurecerse por momentos para España. Los recortes para acelerar la reducción del déficit han obligado al Gobierno a revisar a la baja la mayoría de sus previsiones y ahora calcula un mayor desempleo y un menor crecimiento de aquí a 2013.
El ajuste fiscal se plasma ya también en la previsión presupuestaria para 2011, y de esta forma el Gobierno calcula que gastará 122.256 millones de euros ese ejercicio, el 7,7% menos que en 2010 una vez descontada la financiación de las administraciones territoriales.
Un recorte que, según prometió ayer la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, será mayor en el gasto de los ministerios, ya que se situará en el 15% o más.
El Consejo de Ministros revisó ayer los objetivos de estabilidad presupuestaria hasta 2013 y las previsiones en las que se basa, en las que admite que los ajustes provocarán un mayor deterioro en la actividad y, especialmente, en el empleo.
Así, el Gobierno eleva al 19,4% la tasa de paro de este año, al 18,9% el que viene, al 17,5% en 2012 y al 16,2% en 2013.
Mientras, el ajuste hará más lenta la recuperación y, aunque se mantiene una previsión de caída económica del 0,3% para este año, empeoran las estimaciones de crecimiento de los tres siguientes: el 1,3% en 2011 -como ya se anunció la semana pasada-, el 2,5% en 2012 y el 2,7% en 2013.
La mayoría de los componentes del PIB empeoran, especialmente la inversión, que no vuelve a crecer hasta 2012.
El Gobierno sólo se muestra optimista con el gasto de los hogares para este año, que espera que crezca, aunque considera que apenas despegará entre 2011 y 2013.
Con la citada previsión de gasto y un cálculo de ingresos de 104.539 millones para 2011, el Ejecutivo espera incurrir en un déficit del Estado del 2,3% del PIB ese ejercicio, que en el caso del conjunto de las administraciones será del 6%.
Se trata, en definitiva, de ir reduciendo el déficit público para cumplir con el mandato europeo, de forma que siga bajando hasta el 4,4% del PIB en 2012 y esté por debajo del 3% en 2013.
Valentía y decisión
«Estamos haciendo lo que toca hacer, no lo que nos gusta hacer, y lo estamos haciendo por responsabilidad con los ciudadanos y con el país», aseguró la vicepresidenta Fernández de la Vega, quien añadió que Zapatero está gobernando «con valentía y decisión» para «proteger» a la economía «de una especulación, de quienes no creen en el Estado de bienestar» y para sentar las bases del crecimiento económico y la creación de empleo.
Poco después de conocerse estos nuevos datos, la agencia de medición de riesgo Fitch rebajó la calificación de la deuda de España desde la categoría AAA a AA+ con perspectiva estable porque considera que la vuelta a la recuperación económica será más difícil, prolongada y lenta que para otras economías con la misma nota.
Aunque Fitch admite que el proceso de estabilización económica está en curso, advierte de que el mercado laboral «inflexible» y el proceso de reestructuración de las cajas de ahorros dificultarán la mejora económica. Fitch avisa de que la deuda pública podría elevarse hasta el 78% del PIB en 2013, si bien señala que el perfil del crédito soberano español mantiene una posición fuerte.