El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, exigió hoy una investigación «imparcial y creíble» que aclare lo sucedido en el ataque del Ejército israelí a la flotilla solidaria que transportaba ayuda humanitaria a Gaza y que ayer dejó al menos nueve muertos, al tiempo que reclamó la liberación «inmediata» de los activistas detenidos.

«Doy mi sincero pésame a las familias de todas las víctimas y condeno los actos que condujeron a esta tragedia», declaró el máximo responsable de la Alianza en un comunicado publicado al término de la reunión extraordinaria del Consejo del Atlántico Norte (CAN) convocada este martes de urgencia a nivel de embajadores a petición de Turquía.

En la nota, Rasmussen explicó que la reunión permitió un «amplio intercambio de puntos de vista» de los aliados sobre «todos los aspectos» del «trágico» suceso de la operación israelí contra los barcos que se dirigían a Gaza.

Tras mostrar su «profundo pesar» por las víctimas que causó «el uso de la fuerza durante el incidente en el que estuvo implicado el convoy a Gaza», Rasmussen se unió a los llamamientos de Naciones Unidas y de la Unión Europea para exigir una investigación «pronta, imparcial, creíble y transparente».

«Como cuestión urgente, también pido la inmediata liberación de los civiles detenidos y de los barcos retenidos por Israel», concluyó en su nota.

La ONU "lamenta" los hechos pero no condena al Gobierno de Israel

El Consejo de Seguridad de la ONU lamentó hoy la pérdida de vidas humanas y los heridos durante la operación militar israelí contra una flotilla humanitaria frente a las costas de Gaza, y condenó esos actos de fuerza, pero no al Gobierno de Israel.

Tras más de doce horas de intensas negociaciones, el Consejo concluyó con su petición de «una investigación rápida, imparcial, creíble y transparente» sobre lo sucedido el lunes, al tiempo que calificó la situación de Gaza de «insostenible» y subrayó que la única solución posible al conflicto palestino-israelí es la negociada.

El presidente de turno del Consejo y embajador de México ante la ONU, Claude Heller, indicó que ese órgano de la ONU había acordado «pedir la inmediata liberación de los barcos y de los civiles retenidos por Israel».

El Consejo comenzó sus reuniones el lunes hacia las 17.00 GMT a petición de Turquía y del Líbano, país que también lo presidía al ejercer su presidencia hasta la medianoche del 31 de mayo, en que México tomó el relevo para junio.

«Es una declaración aprobada por el Consejo durante una sesión formal y es un pronunciamiento en términos tajantes y contundentes» sobre el incidente», dijo Heller al término de la reunión sobre esa declaración no vinculante del máximo órgano de decisiones de la ONU.

Heller subrayó que en la declaración aprobada «hay una condena de los actos de fuerza y se reitera la importancia de que Israel libere a los detenidos, devuelva los barcos a sus dueños, y la ayuda humanitaria que llevaban sea entregada al pueblo palestino».

La declaración aprobada por los quince en las dos primeras horas de la presidencia mexicana del Consejo durante junio vinculó el incidente con las negociaciones de paz de Oriente Medio y con la situación de Gaza, que califica de «no sostenible».

Además, recalcó su grave preocupación por la situación humanitaria de ese territorio palestino.

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Solución

El Consejo de Seguridad «subraya que la única solución viable al conflicto palestino-israelí es un acuerdo negociado entre las partes, así como y dos Estados, uno de ellos un Estado palestino independiente y viable viviendo en paz y seguridad con Israel y otros vecinos».

Además, expresó su preocupación porque este incidente se haya producido cuando se están preparando conversaciones de paz entre palestinos e israelíes, por lo que instó a las partes «a actuar con contención» y le pidió «evitar cualquier acción provocativa y unilateral», que lo puedan poner en peligro.

También demandó a la comunidad internacional promover una atmósfera de cooperación entre las partes y en toda la región.

Otro barco

A pesar de ello, la Marina israeliana está preparada para parar otro barco que se dirige a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria.

La emisora del ejército israeliano ha informado que el 'MV Rachel Corrie', un barco mercante reconvertido, podría llegar a aguas de Gaza mañana. Ante esta información, un teniente de la marina, bajo la condición de no ser identificado, aseguraba en una entrevista concedida este martes que la captura de este barco sería sencilla.

Españoles

La española Laura Arau, una de las tres personas con nacionalidad española encarceladas en Israel por viajar en la «Flotilla de la Libertad», ha aceptado hoy su repatriación voluntaria, dijo a Efe el embajador español, Alvaro Iranzo.

El representante diplomático explicó que tras firmar un documento en el que acepta su repatriación voluntaria, Laura Arau, que es activista de la ONG «Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría», podría regresar en las próximas horas a España.

Iranzo precisó que los dos otros españoles detenidos, el madrileño Manuel Tapial -de la misma ONG que Arau-, y el valenciano David Cegarra, periodista del canal televisivo latinoamericano Telesur, están «sopesando la posibilidad» de suscribir el mismo documento.

El embajador precisó que en caso de que finalmente no lo hagan «la cosa podría alargarse un poco» por los diferentes trámites del mecanismo administrativo israelí hasta su expulsión del país.

Alvaro Iranzo aseguró que los tres «se encuentran en buen estado», y que ha contado con atención consular tanto en el puerto de Ashdod, adonde las autoridades israelíes remolcaron los barcos de la flotilla, como en la prisión de Elá, en la localidad de Beer-Sheeva, en el sur de Israel, a la que fueron luego trasladados.

Los tres ciudadanos españoles figuran entre los aproximadamente 500 activistas internacionales detenidos en Israel por formar parte del pasaje de la «Flotilla de la Libertad», que pretendía llevar ayuda humanitaria a la franja de Gaza y cuyo abordaje ayer por el Ejército de Israel causó la muerte de nueve personas, en su mayoría de nacionalidad turca, y decenas de heridos.

La mayoría de los activistas se encuentran en la misma cárcel que los españoles, y medio centenar de ellos han asumido como Laura Arau la decisión de aceptar su repatriación voluntaria.