María José Robles, miembro del Canblaugospel de la Escuela de Música Can Blau de Sant Agustí, ha vivido del 11 al 16 de abril pasado una experiencia que seguramente nunca olvidará: La posibilidad de participar en el prestigioso International Gospel Summit que imparte el músico y compositor norteamericano Markanthony Henry en la ciudad de Nueva York, considerada como la cuna de la música góspel.

Este encuentro está considerado uno de los más importantes del mundo y en él participan como ponentes y profesores músicos del nivel del argentino Franco Gandullo, la japonesa Kiyomi Hirose, el chileno Esteban Medina o la española Rebeca Rods. Precisamente, y según explicó a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA la propia Robles, Rebeca Rods fue la que animó a la ibicenca a participar. «La conozco de asistir a varios talleres que ha impartido en Madrid y de una vez que estuvo en Can Blau y tras hablar varias veces con ella decidí apuntarme y no dejar escapar esta oportunidad», explicó ayer María José Robles con una gran sonrisa en la cara.

Así, «tras conseguir cuadrar todo y superar inconvenientes de última hora», esta mujer que lleva cantando góspel desde hace siete años, se convirtió en la única representante de Eivissa entre los 17 participantes españoles, todos ellos llegados de Madrid, Canarias o Vigo. «Ha sido una experiencia inolvidable porque hemos conocido a los mejores músicos de góspel del mundo, como el Pastor Terrance Kennedy, Jerry Williams, Estee Bullock o Susu Bobien, y además, hemos podido visitar la iglesia New Hope Baptist Church, en Newark, New Jersey, donde se ofició el funeral por Withney Houston en homenaje a todas las veces que ella cantó allí, y en una misa dominical que se celebró en una iglesia del barrio neoyorkino de Brooklyn», confirmó Robles.

Algo que le ha valido a esta residente en Eivissa desde hace 12 años para descubrir cóomo viven los afroamericanos el góspel y que, según sus palabras, es completamente diferente a cualquier lugar del mundo. «Es completamente distinto puesto que nosotros lo entendemos como un estilo musical y ellos van mucho más allá, lo entienden como un mensaje y una forma de conectar con Dios a través de la música y las letras», concluyó.