El asalto a una flotilla que trasladaba ayuda humanitaria a Gaza «no beneficia a la seguridad de Israel a largo plazo», opinó hoy el presidente de EEUU, Barack Obama, quien consideró prematuro condenar a ese país por el incidente.

En una entrevista concedida al programa «Larry King Live», de la cadena CNN y emitido esta noche, Obama indicó que «EEUU ha dicho, junto al resto de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, que condenamos todos los actos que llevaron a esta violencia. Fue una situación trágica».

El presidente estadounidense recordó que su país apoya una investigación «de estándares internacionales» sobre lo sucedido y consideró que Israel estará dispuesto a someterse a ella. «Hubo pérdidas innecesarias de vidas», apuntó el mandatario.

No obstante, declaró, antes de pronunciarse sobre responsabilidades en el incidente «necesitamos saber cuáles son todos los hechos».

Israelíes y palestinos, consideró, deben interpretar el incidente como una demostración de la necesidad de lograr una paz duradera en Oriente Medio.

«No es prematuro decirle a los israelíes y a los palestinos, y a todas las partes en la región, que la situación actual es insostenible. Hemos intentado resolver esto pedacito por pedacito y no funciona».

Condena

Estados Unidos ha sido mucho menos tajante en su respuesta al incidente que la mayoría de los países del mundo, que han condenado con rotundidad el asalto israelí en la madrugada del lunes a la «Flotilla de la Libertad» en aguas internacionales.

Al menos nueve personas murieron en el incidente, entre ellas cuatro activistas turcos. Uno de ellos tenía doble nacionalidad turca y estadounidense, según confirmó hoy el Departamento de Estado.

Israel alega que asaltó la flotilla en aguas internacionales para preservar el elemento sorpresa y sus soldados recurrieron a la violencia en defensa propia. Asegura también que algunos de los activistas tenían conexiones con grupos terroristas y pretendían introducir armamento en Gaza.

Israel mantiene un bloqueo contra la franja de Gaza, controlada por el grupo radical islámico Hamás, y que asegura que es imprescindible para evitar que esa organización pueda recibir armas.