La Federació d'Associacions de Pares i Mares d'Alumnes d'Eivissa (FAPA) criticó ayer la posibilidad de que el IES Quartó de Portmany pueda llegar a albergar 1.200 alumnos durante el nuevo curso escolar (700 de ESO, bachillerato y ciclos formativos, y 500 de la Escuela de Adultos) debido a la paralización de las obras del nuevo instituto de sa Serra.

La federación lamentó que el desacuerdo económico entre la Conselleria d'Educació y la constructora vaya a provocar «una masificación de alumnos y escolarización totalmente inadecuadas» y aseguró que no aceptará la instalación de barracones en un centro cuya capacidad de acogida «es de una tercera parte de los alumnos que se pretenden colocar».

«No entendemos que un municipio que en los años 90 tuvo que habilitar un anexo provisional, a día de hoy, no cuente con un nuevo centro. A eso lo podemos calificar como dejadez y negligencia», acusó la FAPA, que consideró que el coste monetario de las aulas prefabricadas y el coste para los alumnos «de un aprendizaje deficiente que repercutirá en su futuro, no es muy superior a los 800.000 euros que reclama la empresa».

Por último, cabe destacar que la delegada d'Educació, Laura Carrascosa, explicó que los 75 alumnos que iban a trasladarse a sa Serra se restarían de los 700 del Quartó de Portmany, por lo que la cifra de masificación ascendería a unos 1.200 jóvenes y no a unos 1.300 como considera la federación.