La quinta edición del Día del Pilates congregó ayer unos cincuenta participantes, la mayoría mujeres, que practicaron esta disciplina al aire libre durante toda la mañana en la Plaça del Parc de Vila.

La monitora Ana Calvo, encargada de dirigir una de las clases, destacó las grandes diferencias entre el pilates clásico y la práctica que, bajo ese mismo nombre, se imparte, según señaló, en aproximadamente un 80 por ciento de los centros de la isla. «La mayoría de pilates que se practica, en realidad no es pilates», afirmó.

Esta disciplina, creada el siglo pasado por el alemán Joseph Pilates, se basa en la corrección postural, la fortaleza física, el control o la concentración.

Para distinguir entre el pilates clásico y otros sucedáneos, Ana Calvo apuntó que una clase ortodoxa no puede ir acompañada de música, tiene que trabajar el cuerpo de manera integrada y debe seguir el protocolo de los 37 ejercicios bajo el orden establecido.

La monitora celebró, no obstante, que la práctica de esta disciplina «vaya cada vez a más» y agradeció el impulso que se le está dando desde diferentes instituciones, en este caso el Ayuntamiento de Eivissa.

A lo largo de la mañana se impartieron tres clases magistrales de pilates y, al acabar, se sortearon entre los participantes diversos lotes de material deportivos para la práctica de esta modalidad.