Majoral nació en Sabadell aunque reside en Formentera desde que en 1972 le enviaron a hacer el Servicio Militar Obligatorio a esta isla y conoció a su esposa. De formación autodidacta, comenzó creando y vendiendo lo que él llama «manualidades» en sitios turísiticos y hoy, más de cuarenta años después, se ha convertido uno de los diseñadores españoles con más prestigio en el mundo habiendo sido galardonado con premios como el Design Couture de Las Vegas en 2012, el del Colegio de Joyeros de Cataluña a toda una trayectoria, y el Nacional de Artesanía de 2007.
Actualmente, Majoral se ha convertido en una empresa familiar que se ha consolidado como marca de joyería. Todas sus creaciones están diseñadas por Enric Majoral y su hijo Roc, que desde el año 2003 forman equipo y elaboran las colecciones de forma artesanal en sus talleres de Formentera y Barcelona. En este sentido, padre e hijo conciben la joya «como una forma de expresión y visión del mundo» recreando «un universo que rememora la isla de Formentera, el Mediterráneo, las vivencias, la naturaleza, la cultura popular, los propios orígenes y la memoria de los lugares».
Actualmente venden sus piezas, construidas sobre materiales tan dispares como el oro y los diamentes sobre plástico o nailon, en seis tiendas propias, una de ellas en Formentera, y en otras 32 en España y 30 en Europa, Estados Unidos, México, Francia o Israel. Unos establecimientos a los que ahora se sumará su nueva aventura empresarial en la menor de las Pitiüses que comienza el próximo viernes con la inauguración de su nueva tienda en el barrio de la Marina de Eivissa.
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