Sabores tradicionales, gran ambiente y excelente participación en una jornada espléndida para celebrar la primera diada pagesa as Pou des Carbó, un paraje enclavado en ses Salines y que fue recuperado recientemente.
Alrededor del Pou des Carbó se congregaron a lo largo de la mañana más de doscientas personas que disfrutaron de la variada oferta de productos típicos ibicencos.
No faltaron los puestos de artesanía que levantaron la curiosidad de los turistas que llegaban desde la playa de ses Salines, ni tampoco las actuaciones de ball pagès que animaron el ambiente entre los presentes.
La matinal pagesa también contó con una competición de tir amb bassetja, una prueba que era puntuable para el campeonato de Eivissa.
Para los más pequeños, la posibilidad de pasear en los carros arrastrados por caballos, juegos tradicionales, partidas de bolos o simplemente jugar al fútbol en una zona de la isla muy especial y que ha sido recuperada para el disfrute de los vecinos y turistas de la isla.
La primera de muchas
El presidente del grupo folclórico de Sant Jordi, Joan Cardona, se mostró muy satisfecho por la «buenísima acogida» que ha tenido la Diada Pagesa as Pou des Carbó».
«Es la primera edición pero van a venir muchas más porque es un proyecto que ha nacido con mucha ilusión y el lugar es maravilloso para tener estos encuentros», apuntó Cardona, quien añadió que la idea que se han marcado es que esta diada se celebre todos los años el cuarto fin de semana de mayo.
La rehabilitación del paraje del Pou des Carbó fue inaugurada el pasado 10 d enero y, según apuntó Cardona, a partir de ahí surgió la idea de llevar adelante esta diada que ya es una realidad y que tuvo una gran acogida entre los vecinos y también los turistas que llegaron ayer para disfrutar de una jornada con mucho sabor ibicenco.
La competición de tir amb bassetja y las casetas de artesanía levantaron una gran curiosidad y expectación entre los turistas extranjeros que se interesaron por los trabajos manuales con esparto.
No faltaron las cocas saladas y dulces, ni tampoco las rifas. Las degustaciones culinarias estuvieron acompañadas por el buen ambiente reinante entre los asistentes y la música.
El plato fuerte del día llegó a la hora de la comida con una frita de porc popular para 300 personas.
El sabor más puramente ibicenco y las tradiciones de la isla fue el nudo de unión y conductor de una primera diada pagesa que ha llegado para quedarse e ir sumando ediciones, año tras año.
El Pou des Carbó, un bien patrimonial que está documentado desde 1735, recuperó su esplendor fruto de un convenio entre el Consell d’Eivissa, el Ayuntamiento y el grupo folclórico de Sant Jordi, una Colla que se comprometió a revitalizar la explanada y el Pou des Carbó.