British Petroleum (BP) alcanzó ayer un acuerdo con la Casa Blanca para aportar 20.000 millones de dólares (16.300 millones de euros) a un fondo para indemnizar a afectados por el derrame de crudo en el golfo de México, informó el diario The New York Times.
El fondo será gestionado por el abogado Kenneth Feinberg, que se encargó también del creado para compensar a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York, agregó el diario neoyorquino.
Según los términos del acuerdo, BP tendría varios años para depositar el total en el fondo de forma que pueda mantener su viabilidad financiera y no preocupar a los inversores, destaca el Times.
Ocho ejecutivos de la multinacional británica, incluido el presidente de la compañía, Carl-Henric Svanberg, el consejero delegado, Tony Hayward, y el responsable de BP America, Lamar McKay, se reunieron ayer a primera hora con el presidente de EEUU, Barack Obama, en la Casa Blanca.
Pagar por la imprudencia
Obama dijo la víspera en un discurso a la nación que obligaría a BP a pagar por su «imprudencia», al haber causado el mayor desastre ecológico en la historia de Estados Unidos.
El derrame de petróleo en el Golfo de México es una «epidemia» cuyas consecuencias durarán «meses y años» y que habrá que paliar mediante el fomento de las energías limpias, afirmó, y señaló que el vertido es la más «dolorosa» prueba de que su país necesita acabar cuanto antes con la «adicción» a los combustibles fósiles y de que las fuentes de energías renovables son el «futuro».
«Durante décadas hemos sabido que los días del petróleo barato y accesible estaban contados. Hemos hablado de la necesidad de que Estados Unidos acabe con una dependencia a los combustibles fósiles que ha durado un siglo, y también durante décadas hemos fracasado en actuar con el sentido común y la urgencia que éste desafío requiere», señaló.