El Arxiu Històric d´Eivissa presentó ayer una serie de donaciones y algunas adquisiciones que formarán parte de sus fondos desde ahora. Los encargados de presentar los nuevos documentos fueron el regidor de Cultura del Ayuntamiento d´Eivissa, Pep Tur, la directora del Arxiu, Fanny Tur, y Andreu Carles López Seguí, que ha aportado algunos de estos fondos al archivo.

Una de sus aportaciones ha sido un diccionario de Onofre Pau, editado en 1600 en Barcelona y que salió a la luz por primera vez en 1575 en Valencia. Utilizado en las escuelas, en el ejemplar podemos encontrar «por ejemplo descripciones de objetos y casas, y aunque no habla en ningún momento de Eivissa, si es muy interesante porque nos ofrece muchos datos de como era la vida en el siglo XVII», explicó López Seguí, «y sobre todo nos muestra cómo era el habla catalana de entonces».

Asimismo, una donación anónima, como contó el regidor de Cultura, ha aportado pasquines, «que viene a engrosar los depósitos del archivo». Los mismos eran lanzados por los dos bandos en litigio en la Guerra Civil española y son muy curiosos por el tipo de mensajes dirigidos a mujeres, a combatientes... que describen los momentos que se estaban viviendo en esos días de 1936. Otras de las hojas pertenecen a la campaña electoral de ese mismo año, como explicó la directora del archivo, Fanny Tur.

También de este mismo año es un ejemplar del periódico La Verdad del 7 de agosto en el que se avisaba de que el día siguiente las tropas populares de la República iban a tomar Eivissa para defenderla de los ocupantes, como así ocurrió, donado por López Seguí para la Hemeroteca Municipal.

Entre las donaciones se encuentra también un pequeño libro procedente de la aportación anónima para evitar las enfermedades venéreas perteneciente a la Segunda República con la leyenda: «Para ser un pueblo fuerte y sano es preciso que expulsemos el peligro venéreo».

Además, el Arxiu ha comprado 4 mapas de la Península Ibérica del siglo XVIII, de origen francés e inglés, que recogen la toponimia de la época romana, en los que «lo importante es que se pueden ver las diferentes formas de dibujar las Pitiüses en la cartografía de la época», dijo Tur.

Por último, una xilografía coloreada a mano de 1880 ha sido otra de las adquisiciones.