Lurdes Costa y Gabriel Vicens, en el mirador del Ayuntamiento. | Marco Torres

La Conselleria de Medi Ambient ha finalizado las obras de consolidación del acantilado de Dalt Vila, que estaba afectado por problemas de erosión y desprendimientos que provocaban una gran inestabilidad que afectaba a la propia muralla y a los edificios que hay encima, como por ejemplo el Ayuntamiento de Eivissa.

La alcaldesa de Eivissa Lurdes Costa, recordó que esta obra era «muy necesaria» por la situación de «peligro» que se había generado. «La asociación de vecinos nos lo reclamaba desde hacía años y nosotros lo pedíamos a otras instituciones porque no podíamos llevarlo a cabo», recordó Costa, que agradeció al Govern que haya tomado cartas en el asunto.

La primera edil también destacó la gran integración en el paisaje que se ha logrado en la estabilización del acantilado, ya que se ha optado por unos pigmentos muy parecidos al color de la roca. «No queda impacto visual en esta panorámica, que es una de las más conocidas y que más se vende de Eivissa», añadió.

El conseller de Medi Ambient, Gabriel Vicens, destacó que las obras fueron «muy complejas» ya que los operarios tuvieron que descolgarse con cuerdas debido a que se podía trabajar desde abajo.

Los trabajos han costado 652.502 euros. Se ha actuado en el tramo que va entre el baluarte de Santa Llúcia y el baluarte de Santa Tecla. Los puntos exactos en los que se ha tenido que poner relleno son debajo del Ayuntamiento y debajo de la zona de el Convent. El proyecto de estabilización ha consistido en retirar los bloques más pequeños de roca potencialmente inestables, la colocación de redes de acero, la aplicación de hormigón coloreado en el acantilado (para generar menos impacto y la creación de sistemas de drenaje.

Los técnicos explicaron que el problema se generó al pasar el agua en escorrentía, lo que debilitaba el material de sustento del acantilado.

DESPRENDIMIENTOS. El frente del acantilado presentaba zonas que sufrían erosión y desprendimientos de bloques de roca, lo que provocaba una inestabilidad que podía afectar a la muralla de Dalt Vila y a los edificios cercanos.

COMPLEJIDAD. Tanto la alcaldesa como Vicens destacaron que la obra de consolidación fue muy «técnica y dificultosa».

OBRAS. Los trabajos terminaron hace unos meses pero no se había retirado la caseta de obras por los trabajos de canalización de Dalt Vila.