La reciente subida del IVA afectará a los consumidores pitiusos, aunque también a los empresarios, que ante esta situación se pueden haber preguntado qué hacer.
-Hay que hacer algo. En este sentido, el economista José Antonio Avellaneda dice que «no hay una recomendación universal para los empresarios», sin embargo, considera que «lo que no es una opción es no hacer nada». Y explica que si el propietario de la empresa valora que no puede absorber el incremento del impuesto y decide subir los precios, «no pasa nada», pero en el caso de que los mantenga o los baje, «entonces es un buen momento para comunicárselo a los clientes».
-Comunicarlo. Para Avellaneda es muy importante que el consumidor sepa que el empresario ha asumido su responsabilidad, se ha preocupado por sus clientes no subiendo los precios y está en la obligación de decírselo. «Son múltiples las opciones que tienen las empresas de comunicar esta información en los medios de comunicación o con publicidad, pero si prefieren ahorrase ese dinero, entonces lo pueden anunciar en el propio negocio o decírselo verbalmente a los clientes».
El economista recordó que la subida del impuesto en este mes de julio se debe a «la previsión, que hacían desde el Gobierno central y que finalmente no se ha cumplido, de que para este mes de julio se pudiera comenzar a palpar la recuperación de la economía».
-No sufrir. Sin embargo, para José Antonio Avellaneda, la mayoría de las empresas terminarán por subir los precios, «por lo que el empresario tampoco tiene que martirizarse ante la expectativa de no tener más remedio que hacerlo, o sobre si perderá clientes. No tiene que sufrir por esto porque todo el mundo lo tendrá que hacer al final».
-Los líderes. Según Avellaneda, lo que recomiendan los expertos en esta cuestión es que las empresas líderes aprovechen esta situación para reforzar su posición de liderazgo con mensajes como «somos los mejores, ustedes han confiado mayoritariamente en nosotros y pueden seguir haciéndolo».
-Tipo de producto. Aunque para este economista no hay una estrategia genérica a seguir, sí que en función de la posición de cada uno en el mercado, de la cuota de mercado o del tipo de producto que se venda se puede actuar de un modo o de otro. «Hay productos para los que los consumidores han adelantado su compra ante la subida del IVA y otros con los que eso no es posible, como el pan».
-Estrategias. En cuanto a las estrategias, Avellaneda recapitula y las enumera: se puede subir exactamente lo mismo que ha subido el IVA, subir pero menos, no hacer nada de momento y dejar los precios tal y como están, bajar los precios intentando arañar cuota de mercado erosionando los resultados o subir los precios más de lo que corresponde al IVA como ocurrió con el redondeo cuando entró el euro.
Para el economista, es importante que el empresario sepa que la gente va a estar muy sensibilizada con la cuestión. Por eso, según Avellaneda, hay empresarios, como los de algunas cadenas de supermercados que cambian los precios muy a menudo, «que ya los subieron hace tiempo para que el consumidor no lo notara el día 1 de julio. Así no asumieron el coste político de subirlo en la fecha prevista», desveló.