La solidaridad puede estar ligada a la diversión. El Hard Rock Hotel y la asociación Food por Ibiza, con el apoyo de la Fundación Abel Matutes, han puesto en marcha una iniciativa solidaria, para recolectar comida no perecedera para las personas más necesitadas de la comunidad de Ibiza.

Tal y como explicó ayer el director del Hard Rock Hotel Iván Brión, en la presentación de la iniciativa que tuvo lugar en el restaurante Estado Puro del mismo hotel, la campaña solidaria se llevará a cabo en la fiesta Children of the 80’s de este domingo. «Todo cliente que traiga un mínimo de dos kilos de comida podrá entrar a la fiesta gratis».

En este sentido, las expectativas están muy altas por lo que la organización espera llegar a las 5 toneladas de alimentos que, según Food por Ibiza «servirían para cubrir todo este invierno y parte del siguiente».

Por su parte, la subdirectora general de Palladium Hotel Group y presidenta del comité ejecutivo de la Fundación Abel Matutes, Carmen Matutes, explicó que para motivar a los ciudadanos a que acudan, la fiesta contará con la presencia del mítico grupo británico Bananarama y un premio para la persona que más kilos de comida aporte, consistente en una estancia en el hotel Hard Rock y una entrada para dos personas para disfrutar del spa.

Más familias con necesidades

Por su parte, los miembros de Food for Ibiza, aseguraron que toda aportación es bien recibida, ya que el número de familias con necesidades «va en aumento». Según su vicepresidente, Helios Rodríguez, la asociación pasó de ayudar a 30 personas hace dos años a 50 el invierno pasado. E incluso, «ahora se espera un nuevo incremento de familias de cara a este invierno».

Por ello, desde Food for Ibiza, que cuenta con cinco voluntarios fijos y otra decena habitual, se hace una entrega semanal a las familias de la isla. «Intentamos hacer cestas equitativas con fruta fresca, verduras, carne, pescado y también comida no perecedera y productos de higiene, limpieza y ropa». En este sentido, cuentan con la donación de particulares y desde hace tiempo también con la colaboración de supermercados y restaurantes que ofrecen «productos en buen estado pero que, por apariencia, no pueden servir». Algo que, según la secretaria de la asociación, Lucía Melgora, «es una buena manera de que los excedentes que hasta ahora se enviaban a la basura acaben ayudando a las familia más necesitadas».